El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró anoche que dirigentes de varios países lo habían buscado de manera servil, para besarme el trasero, con el fin negociar una baja en los aranceles, que entraron en vigor en el primer minuto del miércoles.
Estos países nos están llamando. Me están besando el trasero. Se mueren por llegar a un acuerdo, afirmó el magnate durante una cena con un grupo de republicanos, realizada poco antes de la entrada en vigor de los aranceles, reportó la cadena televisiva CNN.
Trump describió a los líderes extranjeros como básicamente serviles para evitar los nuevos impuestos: por favor, por favor, señor, llegue a un acuerdo. Haré lo que sea, señor, aseguró que le han dicho los dirigentes de otras naciones, aunque no identificó a ninguno de los eventuales autores de esos llamados.
El mandatario estadunidense pronunció esas palabras ante el Comité Nacional Republicano del Congreso (NRCC, por sus siglas en inglés), que reúne a legisladores de su partido.
Durante su discurso en la cena, también ironizó sobre miembros de su partido: “y entonces veré a algún republicano rebelde, ya sabe, algún tipo que quiere pavonearse, decir: ‘creo que el Congreso debería encargarse de las negociaciones’. Les digo que ustedes no negocian como yo”, afirmó, de acuerdo con Daily Beast.
Trump aparentemente aludía a que las negociaciones siguen sobre la mesa a pesar de los mensajes contradictorios de su administración durante la última semana sobre la permanencia de los aranceles, añadió esa publicación.
En el primer minuto del miércoles entraron en vigor aranceles –o impuestos al comercio– que cobrará Estados Unidos a los productos de unos 60 países, entre ellos China, que será gravado con 104 por ciento, y la Unión Europea (25).