TENÍA QUE SER así: cara a cara, de igual a igual, sin los prejuicios ni la incomprensión ni el odio que alimentaban los terceros de un lado y el del otro. “Es histórica esta apertura”, dijo una de las buscadoras para situar el encuentro.
LAS CARTAS SOBRE la mesa y el diálogo claro. Indira Navarro, buscadora de Jalisco, lo dijo sin titubeos: “no somos enemigas del gobierno”, y Rosa Icela Rodríguez se despojó del atuendo de muy alta funcionaria para explicar que el de las desapariciones es un problema de todos, que implica la paz en el país y que por ello es preocupación de la presidenta Claudia Sheinbaum y de ella, y está más allá de la responsabilidad que les impone el ser funcionarias del gobierno, porque también son madres, hijas, hermanas y entienden el sufrimiento de la ausencia inexplicable de los seres queridos.
POR ESO ESTABAN sentadas ahí, en el salón de un hotel cercano al Palacio de Covián, en un esfuerzo conjunto por tratar de hallar soluciones. Por eso Navarro destacó que quienes no paran en la búsqueda reconocen que el tamaño de la indignación por la impunidad en cada uno de los casos es compartida por la Presidenta y por la secretaria de Gobernación, lo que les impulsa a segur el diálogo que empezó ayer.
Y LO MEJOR de todo eso es que empezaron a surgir los acuerdos, que no se desecharon los trabajos realizados en el gobierno de López Obrador y que se suman a la construcción de nuevos horizontes que apunten a entendimientos mutuos o resultados satisfactorios para las dos partes.
EL CLIMA POLÍTICO fue favorable, más que reclamos o insultos que utilizan otras agrupaciones cuando se pretenden diálogos, se tendieron puentes. Cosa importante, no aparecieron, cuando menos no se vieron los asesores ciegos que nunca trabajan en bien de las soluciones, aunque hay quien dice que sí, que por ahí merodearon.
ROSA ICELA LEYÓ la intención de la presidenta Sheinbaum por convertir la voluntad de solucionar el problema de las desapariciones y las identidades no halladas en leyes de reacción inmediata a las denuncias y en otras contrarias a la impunidad y con castigos muchos más severos para quienes pretendan burlarlas.
A ESAS PROPUESTAS las buscadoras explicaron que ellas añadirán otros conceptos a los que establece la propuesta del gobierno, propuestas que hablan de sus experiencias en la búsqueda de sus familiares y el trato que han recibido, por ejemplo, de parte de algunos gobiernos estatales.
LAS DEMANDAS FUERON escuchadas y hasta donde se sabe ya se empezó a trabajar para discutir en la mesa de diálogo la modificación que tendría que sufrir la iniciativa de Sheinbaum y que podría enriquecer lo ya propuesto.
LA DISCUSIÓN ESTÁ abierta, ayer se iniciaron los diálogos que en estos días se repetirán con otros organismos que, dedicados también a la búsqueda, esperaron su turno para exponer sus preocupaciones y puntos de vista, ojalá y como la de ayer, las que vienen también sean fructíferas.
De pasadita
¿Y QUÉ? ¿RESULTA que en los grandes espectáculos no hay supervisores de los gobiernos central y de las alcaldías? La culpabilidad de lo sucedido no sólo recae en el o los organizadores que deben tener una sanción equivalente a su irresponsabilidad, también debe tenerse en cuenta lo que dejó de hacer la autoridad.
POR FAVOR, NO conviertan este muy penoso asunto en otra carta de impunidad. Está muy bien que se investigue lo sucedido para tratar de deslindar responsabilidades, pero hay cosas que no requieren mucha inteligencia policiaca. ¿De verdad hay que investigar quién puso y quién mandó poner la grúa que se derrumbó? ¿Por qué no están detenidos los organizadores y los funcionarios de quienes dependía la seguridad del evento?
EL OLOR A impunidad da asco.