Ciudad de México. En México, 2.3 millones de personas tienen discapacidad auditiva, por ello, los tamices en recién nacidos, durante los primeros mil días de vida, optimizan el acceso a un diagnóstico temprano y al tratamiento oportuno, señaló la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti).
La secretaria, Rosaura Ruiz Gutiérrez, encabezó una reunión de trabajo sobre consecuencias de la pérdida auditiva y medidas de intervención. Indicó que la Secihti cuenta con un área que impulsa tecnologías para la salud y con Centros Públicos que diseñan y producen aparatos tecnológicos que pueden contribuir a la atención sanitaria pública.
El médico del Instituto Nacional de Rehabilitación “Luis Guillermo Ibarra Ibarra” (INR), Daniel Ramos Maldonado, detalló que los tamizajes auditivos permiten la detección e intervención tempranas que mejoran las oportunidades de desarrollo de los infantes, previenen problemas de comunicación, ayudan a integrar a la niñez en la educación y reducen el riesgo de problemas emocionales.
En un comunicado, Ramos explicó las distintas pruebas de tamizaje auditivo que hay, entre ellas la de emisiones otoacústicas, que ayudan a detectar pérdidas auditivas; la PEATC-A, que mide la actividad eléctrica del nervio auditivo; la de audiometría, que evalúa la audición a diferentes frecuencias; la de voz susurrada, que determina la capacidad auditiva en silencio; la de dígitos en ruido, que evalúa la comprensión en ambientes ruidosos; y la timpanometría, que revisa la función del oído medio.
La Secihti, la Secretaría de Salud e INR coincidieron en la relevancia de difundir información y orientar a la población sobre la importancia de aplicar tamizajes neonatales, como el metabólico, auditivo, oftalmológico, cardiaco y de cadera, establecidos en los Protocolos Nacionales de Atención Médica (Pronam).
Los tamices en los primeros mil días de vida son herramientas en la medicina preventiva que permiten detectar posibles enfermedades o trastornos en el desarrollo. La secretaria explicó que son pruebas sencillas, rápidas, seguras y no invasivas que optimizan el acceso a un diagnóstico temprano y al tratamiento oportuno, lo que puede mejorar significativamente el pronóstico y la calidad de vida de una persona.