Barcelona. El estadunidense Quinn Simmons se adjudicó este sábado la sexta y penúltima etapa de la Vuelta a Cataluña, en la que el líder Juan Ayuso conservó su ventaja de un segundo sobre su máximo perseguidor, el esloveno Primoz Roglic.
El corredor del Lidl-Trek se impuso en el duro repecho final de una jornada que debió haber sido la etapa reina, pero los cuatro puertos de montaña tuvieron que ser eliminados del trazado a causa de las fuertes rachas de viento, incluido el exigente final en Queralt.
El estadunidense superó en el esprint final al checo Pavel Bittner y al neozelandés Corbin Strong.
Las rachas de viento superiores a 100 kilómetros por hora obligaron a la organización a modificar el recorrido de la etapa, que se quedó reducido a menos de la mitad, con la meta en Berga.
Por ello no hubo bonificaciones de tiempo para los primeros clasificados y los tiempos se congelaron a falta de cinco kilómetros para la meta.
El joven corredor británico Matthew Brennan (Visma Lease-a-bike), ganador de la quinta etapa el viernes después de haber ganado la primera el lunes, no tomó la salida tras un acuerdo con su equipo por el mal tiempo que azotaba la zona.
La carrera estuvo bajo amenaza de que no se disputara. La organización, los directivos de los equipos y los ciclistas debatieron cómo se podía hacer y pactaron un recorrido que al final no se hizo.
"Algunos ciclistas no han cumplido con lo establecido. Al principio no querían correr y después, en lo que es una falta de respeto, han decidido que se acabara la etapa antes", protestó el director de la Vuelta a Cataluña, Rubén Peris.
La séptima y última etapa, que recorrerá como ya es habitual las calles de Barcelona y acabará con la subida a Montjuïc tras 82,7 kilómetros, donde se espera que Ayuso y Roglic luchen por conquistar la edición 104 de la carrera.