El tribunal argentino que juzga a siete profesionales de la salud por la muerte de Diego Maradona en 2020, ordenó la detención del ex custodio de la leyenda del fútbol mundial Julio César Coria, al considerar que omitió información y mintió durante su declaración.
En tanto, Jana Maradona, una de las hijas del exfutbolista, apuntó contra dos de los juzgados por el presunto homicidio por negligencia del astro futbolístico, fallecido a los 60 años mientras cumplía una internación domiciliaria en las afueras de Buenos Aires. Días antes había sido operado en una clínica de un hematoma formado entre el cráneo y el cerebro.
Tras una petición de la fiscalía, el tribunal oral criminal del suburbio bonaerense de San Isidro dispuso que a Coria se le investigue por falso testimonio, tras lo cual dos policías ingresaron a la sala de audiencias y se lo llevaron detenido.
Coria fue una de las personas que intentó reanimar a Maradona el 25 de noviembre de 2020 con maniobras de respiración boca a boca.
Maradona murió ese día por un paro cardiorrespiratorio. Según la fiscalía, los profesionales imputados que lo tenían bajo su cuidado no le brindaron la atención médica adecuada, lo que habría desembocado en su muerte.
Coria, quien dijo haber trabajado para Maradona desde 2015 como personal de seguridad, declaró ante el tribunal que cuando ingresó a la habitación de Maradona el día de su deceso vio a la enfermera Gisela Madrid y a la psiquiatra Agustina Cosachov, ambas imputadas en el caso, haciéndole tareas de reanimación cardiopulmonar (RCP).
Cuando la fiscalía le preguntó a Jana, de 28 años, sobre cómo vio a su padre el 18 de noviembre cuando lo visitó, recordó que “estaba hinchado, era una persona distinta de la que había visto días atrás”.
La joven rompió en llanto cuando recordó el día en que murió Maradona y ella se dirigía al barrio privado donde se encontraba: “Entro y veo a mi papá fallecido en la cama”, afirmó.
Santiago Giorello, dueño de la casa donde murió el astro argentino, contó que firmó el contrato de alquiler el 10 de noviembre, 15 días antes del fallecimiento, y que le dijeron que el sudamericano estaría allí unos pocos meses para "descansar y recuperarse" de una operación.
En aquel momento, asistentes del argentino le habían dicho que habría una ambulancia en las cercanías de la vivienda, pero el testigo afirmó que las "dos o tres veces" que fue al barrio, entre el 10 y el 25 de noviembre, no constató la presencia de ninguna.
El juicio, que comenzó el 11 de marzo, se prolongará al menos hasta julio y se espera que declaren unos 120 testigos. Los acusados defienden su inocencia y arriesgan entre 8 y 25 años de prisión.