En la medida que avanza la seguridad en las centrales nucleares, las instalaciones aumentan en los países que han optado por una de las fuentes más limpias de energía eléctrica.
Es el caso de la Federación Rusa. Actualmente el gobierno de Vladimir Putin ha autorizado la instalación de nuevos reactores nucleares. La población recibirá un aumento de 25 por ciento más de energía eléctrica.
Es en la central nuclear de Leningrado, donde comenzó la construcción del cuarto reactor. La nueva unidad, conocida como Leningrado 2-4 y también como Leningrado-8, será un reactor de agua a presión.
La construcción de nuevas centrales están programadas de acuerdo con el plan de cierre definitivo de algunas que fueron construidas en la era soviética. La efectividad y seguridad de éstas son una muestra de que la nuclear es una fuente óptima para resolver la necesidad de electricidad sin la contaminación de otras alternativas.
Recordemos que Leningrado, en la costa sur del golfo de Finlandia, a unos 70 kilómetros al oeste de San Petersburgo, es la central nuclear más grande de Rusia en términos de capacidad instalada, con 4 mil 400 MW.
Hasta el momento, y según los datos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rusia cuenta con 36 centrales nucleares en operación comercial, las cuales produjeron aproximadamente 18 por ciento del consumo total de electricidad durante 2023.
Pese al gasto en defensa por el acoso de la OTAN a través del apoyo a Ucrania fascista, Rusia invierte en el abasto de electricidad para beneficio de la población en general.
Andrey Petrov, primer subdirector general de energía nuclear de Rosatom y presidente de la división de ingeniería ASE JSC, dijo que próximamente se empezará la construcción de nuevas plantas nucleares en los sitios de Smolensk y Kola. Por otro lado, están a punto de terminar diversos estudios de ingeniería para dar inicio a la construcción de otra central de Generación IV en Beloyarsk.
Como podemos observar, el gobierno de Putin está aumentando el uso de energía nuclear para cubrir las zonas distantes a las grandes ciudades. De acuerdo con las declaraciones oficiales, es continuo el esfuerzo por cubrir las necesidades de aquella población distante y dispersa que, aunque resuelven por otros medios, es necesario garantizarles el abasto constante, sin interrupciones y con la seguridad de que no dependerán del clima para abastecerse de electricidad.
Uno de los territorios más necesitados de energía nuclear es la región de Siberia, los Urales y el Lejano Oriente. Petrov calcula que en dos décadas estarán cubriendo las demandas en dichos territorios.
De acuerdo con el historial energético de Rusia y de la ex Unión Soviética, tenemos la seguridad de que cumplirán con el abasto de energía y al mismo tiempo resolverán los grandes problemas que han generado las emisiones de dióxido de carbono. El compromiso es revertir el daño por el calentamiento ambiental global.
Hasta hace relativamente pocos años, la expectativa del mundo socialista de la Unión Soviética era resolver las grandes necesidades de la población víctima de las guerras inventadas por las oligarquías y anteriormente provocadas por las monarquías. Pero también el compromiso de la revolución rusa fue llevar a cabo el cambio de una sociedad reprimida por el capitalismo a una sociedad liberada por el socialismo, con todas sus necesidades genuinas cubiertas. Y si bien el gobierno de Putin no habla de socialismo, tampoco está abandonando a la población con la que todavía se tienen deudas sociales. Invertir en las nuevas opciones para obtener energía limpia, es uno de estos compromisos de justicia social.
Insistimos en que debe revisarse con lupa de alto poder la geopolítica actual. La guerra de Ucrania no la inventó ni la generó la Federación Rusa. Fue la voracidad de los países miembros de la OTAN quienes están detrás. Y, por supuesto, detrás está también la política belicista del gobierno que hoy ocupa la tan desprestigiada Casa Blanca.
Rusia, por su parte, se defiende y también trabaja buscando soluciones para su población. Invertir en la energía nuclear es también resolver una parte de los problemas de la contaminación mundial.
*colaboró Ruxi Mendieta