Ciudad de México. Javier Aguirre, técnico de la selección nacional, cree que el tercer intento puede ser definitivo. Las dos finales anteriores en la Liga de Naciones de Concacaf dejaron derrotas ante Estados Unidos grabadas en su cabeza. Como el futbol guarda sorpresas, el campeón de las tres ediciones del torneo desde 2019 quedó fuera en semifinales ante Panamá, su rival este domingo en el estadio SoFi de Inglewood, California.
A diferencia del Tricolor, los panameños ganaron tres de sus cuatro enfrentamientos contra el representativo de las barras y las estrellas (Copa Oro 2023 y Copa América 2024), incluida la actual Liga de Naciones. Ese es el mérito de un rival al que Aguirre prefiere mantener a raya.
“Presión existe, pero la obligación es salir a ganar. Quien no entienda la crítica y la responsabilidad de estar en este puesto, no sabe nada de esto”, comenta en conferencia de prensa, con la confirmación de tres titulares para enfrentar a Panamá -Luis Ángel Malagón, Edson Álvarez y Raúl Jiménez- y el regreso del central César Montes, ausente en el triunfo ante Canadá en las semifinales por acumulación de tarjetas.
Desde la final de la Copa Oro en 2023, en la que México se impuso 1-0 con un gol de Santiago Giménez, las dos naciones definen por primera vez un campeonato de Concacaf. “Venimos a este torneo con ganas de ganarlo, así que la ilusión la tenemos todos", agrega. "La forma es fondo en este caso. Ojalá se pueda jugar bonito, pero jugar bien casi siempre está relacionado con ganar. El rival cuenta. Tiene ánimos de revancha por la derrota en la Copa Oro y eso lo hace doblemente peligroso".
La Roja, comandada por el técnico hispano-danés Thomas Christiansen, quien llegó en 2020 y está en su segundo ciclo al frente del cargo, quedó a las puertas del repechaje de Concacaf en la pasada eliminatoria rumbo al Mundial en Qatar 2022.