Veracruz, Ver. Miles de personas provenientes de todas partes del país, e incluso extranjeros, han llegado al Tajín, en la zona norte del estado de Veracruz, para celebrar el equinoccio de primavera.
Con el eje central en las comunidades indígenas del Totonacapan, como cada año, se realiza la Cumbre Tajín, un festival cultural que une las tradiciones y los saberes ancestrales con expresiones artísticas y conciertos contemporáneos.
De acuerdo con cifras del gobierno del estado de Veracruz, se han recibido más de 40 mil visitantes, en los últimos días, a la zona arqueológica de Tajín y al parque Temático Takilhsukut donde se realizan diversos rituales y enseñanzas.
Entre las pirámides que se alzan en la región del Totonacapan, como ya es tradición, las ceremonias y creencias se entremezclan para recibir al fenómeno astronómico en el que el día y la noche tienen casi la misma duración.
En búsqueda de renovar energías, y para recibir una nueva estacionalidad climática, decenas de personas visten de blanco, portan cristales, oran y se realizan “limpias”, mientras que otros disfrutan de los rituales indígenas propios de la zona.
En estas fechas, una de las ceremonias que se realiza es la danza de los voladores de Papantla, donde cinco personas suben a lo alto de una estructura y al ritmo de la música tradicional descienden colgados de una cuerda, desafiando la gravedad.
Dicha ceremonia ritual se encuentra inscrita desde 2009 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco y expresa la conexión con la naturaleza y el universo espiritual.
Los asistentes también participan de diversos talleres, impartidos en su mayoría por habitantes indígenas de la zona, en los que se comparten saberes como la pintura con tintes naturales extraídos de plantas endémicas, elaboración de piezas de barro y de pulseras con semillas; así como también se imparten clases de la lengua nativa.