Era cuestión de tiempo y ya se percibía en el aire. Ese mismo que hace que las pelotas vuelen en el Alfredo Harp Helú en la Ciudad de México como en ningún parque del país. Las mujeres enfundadas de rojo infernal hicieron su aportación histórica para engrandecer a Diablos Rojos del México en su aniversario 85 y cerrar así tres temporadas celestiales: campeonatos en el beisbol, basquetbol y ahora en la Liga Mexicana de Softbol en apenas su segunda temporada de vida.
Estas Rojas de verdad que jugaron como Diablas, parafraseando al jugador cubano Basilio “Brujo” Rosell, quien les dio ese mítico apodo a los escarlatas en 1942, y ayer este equipo femenil hizo historia para la institución al blanquear 5 a 0 a Sultanes de Monterrey para ganar la Serie de la Reina por barrida en tres juegos.
Una combinación de la impecable apertura de la cubana Yilian Tornés que fue efectiva hasta el inicio de la sexta, cuando concedió un pasaporte y decidieron darle paso a la triple corona de lanzamientos, Megan Faraimo.
Tornés bajó con el impecable trabajo sin carreras, siete ponches, tres bases por bolas y sólo tres hits. La gente se puso de pie para despedirla por su actuación y la lanzadora se veía contenta pero haciendo esfuerzos por contener la emoción que mantuvo a raya durante su estancia en el montículo.
El primer envío de la triple corona fue una línea poderosa, pero Zayas la atrapó en el trayecto y mandó a primera para la doble matanza y demostrar que en este triunfo todas colaboran.
Jazmyn Jackson, triple corona de bateo de los Diablos, abrió fuego en el primer turno de bateo. Un jonrón que mandó la pelota arriba del jardín central mientras una solitaria guardabosques corría de manera inútilmente y ni con la mirada podía seguirla. Un cuadrangular que también impulsó la carrera de Stefanía Aradillas, para el 2 a 0.
Después vendrían un par de jonrones espalda con espalda en la tercera entrada. Primero Aradillas, una jugadora querida por los chilangos, pero que no suele ser cañonera, respondió a la altura de esta serie y puso el 3 a 0. Y enseguida, otra vez Jackson endiabladamente poderosa, la sacó del diamante para el 4 a 0.
Para cerrar la cuenta en la pizarra, Jackson demostró que no sólo se gana a batazos de poder, y con su compañera Danna Barrera en tercera, conectó una línea al jardín central para impulsar la carrera final de Diablos femenil.
Los tres outs de la séptima entrada llegaron certeros, precisos como las campanadas de un reloj y que en el estadio retumbaban para anunciar la derrota de las regiomontanas. El último tañido provocó un estallido histórico en el Alfredo Harp Helú. Hace cien años que se celebra el beisbol mexicano, esta es la segunda temporada de softbol profesional de las mujeres y la primera corona de las Diablas.