°C -
|

La Jornada

Últimas noticias
Anuncio
Anuncio

Oligopoxxo

20 de marzo de 2025 00:02

William McKinley fue uno de los dos presidentes a los que Donald Trump hizo referencia en su discurso de toma de posesión como presidente de Estados Unidos. McKinley (1897-1901) se destacó por promover un imperialismo territorial hacia fuera (Guam, las Filipinas, Hawái y Puerto Rico) y, desde su cargo como congresista, por un proteccionismo hacia adentro. Lo que ahora Trump pretende rescenificar. Se elevaron entonces los aranceles a los minerales en bruto que se importaban desde México. Como consecuencia, varios inversionistas estadunidenses (entre ellos los Guggenheim) montaron en Monterrey varias plantas siderúrgicas en los años 80 del siglo XIX. 

Con la apertura de la Cervecería Cuauhtémoc se completa un trébol virtuoso (calor, siderurgia y cerveza) para el primer desarrollo industrial de Monterrey. En 1962 se develó una estatua de Cuauhtémoc parecida a la que se erige en el Paseo de la Reforma de la Ciudad de México. La obra fue encargada por la empresa al artista Francisco Zúñiga y donada a la ciudad. Poco antes de cumplir medio siglo en el lugar en que se erigió –cerca de la cervecería– la estatua fue movida a una distancia considerable. Fue un movimiento premonitorio del destino de esa industria cervecera. 

Entre 1985 y 1988, los descendientes del industrial Eugenio Garza Sada se hicieron de la Cervecería Moctezuma. En 2010, la empresa fusionada Cuauhtémoc-Moctezuma empezó a ser propiedad de Heineken. Un proceso que se completó en 2017 con la venta de la mayoría absoluta de sus acciones a la cervecera holandesa. Contra nacionalización, globalización. 

Las razones de la venta fueron tan escuetas como propias de la lógica capitalista: vender lo inconveniente e invertir en lo conveniente. Lo conveniente: la elaboración de más hectolitros de CocaCola y otros refrescos reazucarados y más unidades de farmacias (YZA y otras marcas) y tiendas de las llamadas de conveniencia (Oxxo), entre otros negocios. 

Después de 50 años, Oxxo cuenta con más de 24 mil tiendas: 20 mil en México y 4 mil en diferentes países de América Latina donde el imperialismo del capital mexicano en manos de Fomento Empresarial Mexicano (Femsa), la empresa tenedora de los títulos de propiedad de las empresas bajo su paraguas, se cumple con resultados palmarios (Chile, Brasil, Perú y Colombia). 

En 2005, Femsa fue reconocida por el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) como empresa socialmente responsable. Este tipo de reconocimientos entre ricos (¿hay filántropos pobres?) no le ha impedido a Femsa evadir impuestos o mostrarse revanchista al verse obligada a pagarlos, ni a presionar para que entre Conagua y Agua y Drenaje de Monterrey mantengan en la absoluta opacidad los montos de captación y distribución del agua disponible en la región. Los consumidos por su división de refrescos reazucarados le han permitido constituirse en la embotelladora líder a escala mundial. No es extraño que en época de crisis la mayoría de la población sufra por obtener unos pocos litros de agua y que el exceso de la misma sea aprovechado mercantilmente por las embotelladoras. 

Tampoco le ha levantado un pelo a su responsabilidad social el hecho de que la ingesta de bebidas azucaradas provoque, como lo señala frecuentemente El Poder del Consumidor, grupo dirigido por Alejandro Vadillo, el alto índice que registra México –y que se acentúa en Monterrey– de obesidad, diabetes y otras enfermedades derivadas de la presencia excesiva de azúcares añadidos a la dieta diaria de la mayoría. 

Implementado el impuesto especial a esas bebidas resultó que la captación fiscal fue de 18 mil 255 millones de pesos. Si a ello se suma la captación de tal impuesto a alimentos no básicos con alta densidad calórica (vulgo, chatarra) la cifra da un total de 31 mil 540 millones de pesos, cantidad muy considerable pero menor a la del gasto federal destinado a atender las patologías que produce el consumo de esas bebidas y alimentos, según El Poder del Consumidor.

No cesa ahí el daño de los Oxxo. Lograron introducir su comercio en todo el sistema educativo del país. El gobierno de la presidenta Sheinbaum estableció desde su inicio, por fortuna, la prohibición de vender alimentos chatarra en las escuelas del Sistema Educativo Nacional. La Secretaría de Educación Pública ha dado a conocer un manual para personas que preparan, distribuyen y venden alimentos en las escuelas, a fin de que se garantice la oferta de alimentos y bebidas saludables, frescos y orgánicos. 

Claro, si los Oxxo se las ingeniaron para traficar con la electricidad y pagar por este servicio menos que los usuarios más modestos, uno se pregunta si no le sacarán la vuelta a esas normas oficiales. 

Cuando se habla de neoliberalismo desde la 4T siempre se habla en pasado. Las ganancias de monopolios y oligopolios que, como Oxxo, le arrebatan hasta a los miniempresarios que venden tacos la posibilidad de mantenerse en el mercado, conforman la estratósfera económica nacional. Por ejemplo: en los primeros tres años de López Obrador, Femsa ganó más de mil millones de pesos. Se colocaría, según su valor, sólo por debajo de América Móvil, de Carlos Slim. Al cabo del gobierno de AMLO, sus dueños formaron parte de la minúscula lista de individuos que amasaron fortunas con las cuales, sumadas, México podría cubrir su deuda pública. 

En una sociedad capitalista no son los discursos, sino el dinero el que habla con absoluta objetividad.



Atender la emergencia: solidaridad ante la incertidumbre

Apoyos claves se encuentran cancelados debido a la crisis generada por la suspensión de la ayuda humanitaria estadunidense a pocos días del inicio de la gestión de Trump

Jalar el hilo de la vida junto a los pueblos

En 2025 se cumplen 30 años de que el Frayba mantiene viva la presencia civil en territorios asediados.

Oligopoxxo

En una sociedad capitalista no son los discursos, sino el dinero el que habla con absoluta objetividad.
Anuncio