La entrada ilegal de prendas de vestir de origen asiático ha impactado a la industria textil con la pérdida de 80 mil empleos, entre otras afectaciones. No obstante, con el impulso de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, el sector está en vías de recuperar lo que fue 20 años atrás, señaló Rafael Zaga Saba, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex).
En entrevista con La Jornada, el dirigente empresarial comentó que en los últimos años las importaciones asiáticas pasaron de 22 a 65 por ciento del total de las compras totales al extranjero.
Hace un par de décadas representábamos 3.6 por ciento del producto interno bruto (PIB) manufacturero y cerramos 2024 con 1.8 por ciento, precisó.
A principio de este mes, la presidenta Sheinbaum consideró que la entrada masiva de textiles y de calzado en los últimos años, principalmente desde China, modificó la estructura económica del Bajío, particularmente de Guanajuato, y que el declive de estas actividades estaba relacionado con un aumento de la violencia en la región.
En la historia más reciente, como consecuencia de la importación de mercancía por debajo de su costo real proveniente de Asia o subvaluada, así como por abusos del Programa de la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (IMMEX), en el último trimestre del año pasado la industria sumó ocho periodos consecutivos en negativo, de acuerdo con datos del sector.
“No sólo estamos compitiendo contra una economía que tiene dumping, subsidios, trabajo forzoso y trabajo infantil en los campos algodoneros, sino que también tenemos un tema en cuanto a contrabando técnico y contrabando bronco”, explicó Zaga Saba.
Todas estas formas de hacer negocio han desplazado a la industria textil y confección nacional, señaló.
“Muy atinadamente, este gobierno y la nueva administración –que no lleva tanto tiempo– ha visto a la industria textil y de confección como una de sus industrias estratégicas.
Cuando vemos que esta industria es desplazada por importaciones asiáticas la presidenta Sheinbaum Pardo nos coloca como una de las siete industrias estratégicas del país en el Plan México, insistió.
Apuntó que este sector encaja perfectamente en esta estrategia, porque puede sustituir importaciones asiáticas con productos hechos en México, con un contenido nacional hasta de 100 por ciento. Sembramos la semilla en Chihuahua y podemos vender en el aparador a más de 120 millones de mexicanos que somos. Tenemos todo el potencial para crecer. Sin embargo, nos hace falta la parte medular e importante de nuestras aduanas.
El presidente de la Canaintex consideró que el decreto emitido en diciembre para aumentar aranceles hasta 35 por ciento a prendas de vestir que se quedan ilegalmente en el país para ser vendidas y evitar el abuso del programa de incentivos a la exportación o IMMEX, nivela un poco más la cancha, junto con el Plan México, puede sacar adelante rápidamente al sector, pues es una industria que está con sed y con hambre de crecer, de volver a invertir y de volver a ser lo que éramos.
Tras recordar que genera un millón 100 mil empleos –siete de cada 10 para mujeres–, aclaró que es importante reforzar las aduanas para atacar frontalmente el contrabando y cerrar el candado con todo lo que se ha hecho desde la Secretaría de Economía (SE), el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la Presidencia de la República.
Mencionó que dos de cada tres prendas –playeras, camisas, pantalones, blusas y pijamas, entre otros–en el mercado mexicano son productos subvaluados o importados de manera ilegal, sin contar telas, en particular mezclilla, e hilos en la misma situación.
Comentó que ante la llegada de Rafael Marín Mollinedo a la Agencia Nacional de Aduanas, los empresarios del sector esperan sacar adelante este reto, que se convierte en uno de los principales este año.
Zaga Saba confirmó que la SE trabaja con el Consejo Nacional de la Industria Manufacturera de Exportación (Index) y se harán reuniones de vinculación para ofrecer productos textiles a las maquiladoras del país, todo esto en el contexto de los cambios que se harán al IMMEX, con los cuales el programa operará de manera correcta y bajo un control eficiente para evitar abusos.
Estamos listos al llamado del secretario Ebrard e iremos todas las empresas a demostrar que lo hecho en México está bien hecho, que es de alta calidad y competitividad.
Anotó que el país tiene que voltear a ver a su mercado interno, aunque también reconoció que existe incertidumbre por los aranceles que busca imponer Estados Unidos.
Es un poco difícil predecir qué va a suceder, porque el 2 de abril el juego pinta para todos, algún país podrá tener una ventaja y otro una desventaja. No necesariamente vamos a quedar todos como estábamos, señaló.