El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió el miércoles a importantes ejecutivos petroleros en la Casa Blanca mientras trazaba planes para impulsar la producción energética nacional en medio de la caída de los precios del crudo y las inminentes guerras comerciales.
Fue la primera reunión de Trump con líderes del sector del petróleo y el gas desde que regresó a la Casa Blanca en enero.
La semana pasada, el secretario de Energía, Chris Wright, enfatizó la reversión de la política energética de Joe Biden.
La discusión se centró en impulsar el dominio energético estadunidense, la reforma del proceso de permisos y la necesidad de desarrollar la red eléctrica del país para competir con China en el área de inteligencia artificial, dijeron a los periodistas Wright y el secretario del Interior, Doug Burgum, después de la reunión.
Los precios no fueron incluidos en la conversación
Se esperaba que los ejecutivos expresaran sus preocupaciones sobre los aranceles de Trump y enfatizaran la opinión de la industria de que se necesitan precios del petróleo más altos para ayudar a cumplir la promesa de Trump de aumentar la producción nacional.
Según Burgum, “realmente no hubo discusión sobre el precio”, porque estos se establecen por la oferta y la demanda.
“El diálogo arancelario todavía está en curso”, declaró Wright. “En última instancia, toda la agenda económica del presidente es bajar los precios en Estados Unidos y aumentar las oportunidades de empleo en el país”, añadió.
Participan miembros de la API
En la reunión participaron miembros del comité ejecutivo del Instituto Americano del Petróleo (API), dijo la fuente.
El director ejecutivo de Corporación Hess, John Hess; el de ExxonMobil, Darren Woods; el de Chevron, Mike Wirth; el de ConocoPhillips, Ryan Lance; el de Phillips 66, Mark Lashier, y la de Marathon Petroleum, Maryann Mannen, quienes se encuentran entre los líderes del comité ejecutivo del grupo comercial, según las biografías públicas.
Harold Hamm, fundador y director ejecutivo de Continental Resources y uno de los mayores donantes políticos de Trump, también estuvo en la reunión.
El presidente de API, Mike Sommers, declaró que los líderes de la industria agradecieron la oportunidad de hablar con Trump. No brindó más detalles.
Perforar no es la solución
Trump y sus aliados asumieron el cargo prometiendo llevar la ya récord producción petrolera de Estados Unidos hasta 3 millones de barriles por día y reducir los precios de la energía para los estadunidenses afectados por la inflación, en parte mediante la reducción de las regulaciones ambientales y la aceleración de los permisos.
“La mejor manera de mantener la producción petrolera y la independencia energética es apoyar un precio del petróleo más alto”, afirmó Ed Hirs, economista energético de la Universidad de Houston. “Perforar, perforar, perforar no es la solución. Por eso creo que intentarán explicárselo con tacto”.
Los analistas de la firma de análisis energético Wood Mackenzie proyectaron que los precios de referencia del petróleo Brent promediarían 73 dólares por barril en 2025, 7 dólares por barril menos que en 2024 debido a las políticas arancelarias de Estados Unidos y los planes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) para aumentar la producción.
El miércoles, el Brent cerró a 70.78 dólares por barril y el West Texas Intermediate (WTI) a 67.16 dólares.
Un comercio libre y justo
Trump está llevando adelante una guerra comercial con sus aliados México y Canadá, a la que el API se ha opuesto públicamente, en parte porque los dos vecinos de Estados Unidos son sus principales fuentes de petróleo crudo importado.
Trump ya impuso aranceles al crudo importado de Canadá y México, pero emitió exenciones para los productores que puedan demostrar que cumplen con el acuerdo comercial entre los tres países.
El mes pasado, en respuesta a los aranceles, el director ejecutivo de API, Mike Sommers, dijo: “Los mercados energéticos están altamente integrados y el comercio libre y justo a través de nuestras fronteras es fundamental para brindar energía asequible y confiable a los consumidores estadunidenses”.
La API ha publicado un plan energético de cinco puntos para que Trump y el Congreso lo sigan, que incluye la reforma de permisos, el impulso al arrendamiento de petróleo en alta mar, la protección de los créditos fiscales para la captura de carbono y la producción de hidrógeno y la reducción de los subsidios para los vehículos eléctricos.