Washington. Después de una inesperada estadía en el espacio de nueve meses, dos astronautas de la NASA regresaron a la Tierra ayer concluyendo una accidentada y prolongada misión que captó la atención del mundo.
Suni Williams y Butch Wilmore volvieron desde la Estación Espacial Internacional (EEI) y tuvieron un amerizaje suave alrededor de las 21 horas en las costas de Florida a bordo de una nave espacial de la empresa SpaceX, propiedad de Elon Musk.
Después de un viaje de 17 horas hasta las aguas del golfo de México, Crew Dragon desaceleró en su descenso con cuatro potentes paracaídas antes de llegar al agua. El aparato será recuperado por un barco.
Los equipos de tierra estallaron de alegría mientras la nave espacial Freedom, con forma de gomita y carbonizada tras soportar temperaturas abrasadoras, se balanceaba con firmeza sobre las olas bajo el sol y un cielo despejado.
Al abrirse la escotilla, uno a uno los astronautas fueron auxiliados y luego saludaron con los pulgares hacia arriba. Fueron trasladados en helicóptero a Houston, donde comenzarán un programa de rehabilitación de 45 días.
Williams, una astronauta de 59 años, y Wilmore, de 62, llegaron acompañados por su compatriota Nick Hague y el cosmonauta ruso Aleksandr Gorbunov.
“¡Qué viaje! Veo una cápsula llena de amigos aquí“, expresó Hague en el retorno. Los cuatro astronautas habían abandonado la EEI temprano en la mañana después de intercambiar despedidas y abrazos finales con los miembros restantes de la tripulación.
Wilmore y Williams, ambos ex pilotos navales y veteranos de otras dos misiones espaciales, llegaron al laboratorio orbital en junio de 2024 en el primer vuelo tripulado del Starliner de Boeing, un viaje de ida y vuelta que iba a durar sólo ocho días. Pasaron un total de 280 días en el espacio.
Cápsula poco después de que aterrizó con astronautas de la NASA. Foto Ap
El objetivo inicial era probar el rendimiento de la nave espacial en su primer vuelo tripulado.
La nave presentó problemas de propulsión y la NASA decidió devolverla sin tripulación a la Tierra.
Después, fueron reasignados a la misión SpaceX Crew-9 de la NASA, que llegó a la EEI en septiembre pasado con una tripulación reducida de dos, en lugar de los cuatro habituales, para acomodar a la pareja, a quienes se les conocía ampliamente como los astronautas varados.
Sin embargo, la NASA rechazó esta caracterización, enfatizando que podrían haber sido evacuados en caso de emergencia si hubiera sido necesario.
La estancia de Wilmore y Williams supera el tiempo estándar de seis meses para la rotación de la tripulación de la EEI, y ocupa el sexto lugar entre las misiones estadunidenses de mayor duración.
El récord mundial de días consecutivos en el espacio lo ostenta el cosmonauta ruso Valeri Polyakov, que en 1995 pasó 437 días a bordo de la estación Mir.
Desafíos como la pérdida de masa muscular y ósea, cambios de fluidos que pueden provocar cálculos renales y problemas de visión, así como el reajuste del equilibrio al regresar a un entorno gravitatorio ya son bien conocidos y reciben una gestión eficaz.
La historia de los astronautas varados despertó un gran interés local e internacional y se convirtió también en un asunto político en Estados Unidos.