Ciudad de México. Standard and Poor’s (S&P) subió la calificación de Nuevo León gracias al desempeño de sus ingresos y la reducción de su deuda, informó la institución financiera en un comunicado.
Expuso que a pesar de los altos niveles de incertidumbre sobre el impacto económico de los aranceles sobre el comercio y la inversión en la economía del Estado de Nuevo León, sus eficientes medidas de control de ingresos y gastos durante los últimos tres años respaldan una mejora estructural en su desempeño presupuestario y su resiliencia.
Detalló que un acuerdo de gobernabilidad entre el poder ejecutivo y la legislatura del Estado en febrero de 2025, facilitó la aprobación del presupuesto de este año.
“Dadas estas fortalezas, subimos nuestra calificación crediticia de emisor de largo plazo en escala nacional a ‘mxA+’ de ‘mxA’ del Estado de Nuevo León”, dijo S&P.
Señaló que la perspectiva estable refleja la expectativa de una ejecución fiscal resiliente (a pesar de una posible desaceleración económica).
También se abordó un traspaso presupuestario sin precedentes del presupuesto de 2023 a los de 2024 y 2025: se enfrentó a retrasos y oposición al discutir los dos presupuestos pasados en el Congreso.
A su vez, recordó que la perspectiva es estable porque a pesar de la marcada incertidumbre respecto a la política comercial y la próxima renegociación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, las mejoras en el desempeño presupuestal y la gestión de la deuda de Nuevo León serán resilientes.
“También supone que se contendrá cualquier posible resurgimiento de obstáculos políticos a la aprobación de presupuestos en el Congreso local”, agregó S&P.
La compañía expuso que podría bajar la calificación en los próximos 12 a 18 meses ante un retroceso en la gestión presupuestal y de la deuda del Estado. Esto podría ocurrir si resurgiera la fricción política entre el poder ejecutivo y la legislatura local.
“Además, podríamos bajar la calificación si la gestión financiera no demuestra resiliencia a medida que la incertidumbre comercial y de inversión golpea a la economía del Estado o las transferencias federales”, mencionó.
Esto puede incluir un mayor uso de deuda a corto plazo.
En tanto, el escenario positivo implica volver a subir la calificación en los próximos 12 a 18 meses si la administración financiera del Estado logra fortalecer sus reservas de liquidez, eliminar su dependencia de la deuda a corto plazo y reducir su carga de intereses.
Un fortalecimiento consistente del desempeño y la flexibilidad presupuestal del Estado (a partir de una mayor generación de ingresos propios como resultado del dinamismo económico y la atracción de inversión extranjera directa) también podría llevarnos a subir nuevamente la calificación.
“Consideramos que la economía de Nuevo León tiene una elevada exposición al panorama comercial incierto actual, lo que está socavando la confianza de los inversionistas. Al igual que los demás estados mexicanos, Nuevo León opera bajo un marco institucional en evolución y no balanceado”, concluyó S&P.