Al amanecer, alrededor de las 6 de la mañana, agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) llegó al campamento irregular de migrantes, instalado cerca de la Central de Autobuses del Norte, para llevarse a los extranjeros que aún permanecían en esta zona, luego del operativo de desalojo de dos días que realizó el gobierno de la Ciudad de México.
De acuerdo con reportes de organizaciones civiles, basado en testimonios, también elementos de la policía de la Ciudad de México, “portando armas, obligaron a las personas migrantes a abordar los autobuses con destino a la estación migratoria Las Agujas”, en Iztapalapa.
El Grupo de Monitoreo Frontera Centro denunció igualmente que según los testimonios que recibió “durante el operativo se registraron maltratos y agresiones físicas”. Asimismo, alertó, “hay al menos un caso de separación familiar y se reportó que a algunas personas les fueron retirados sus teléfonos celulares”.
En videos que han sido difundidos, se observa a más de una decena de elementos policiacos portando escudos antimotines, asimismo personal de limpieza que destruye los cuartos que quedaban. Igualmente, al lugar acudió Temístocles Villanueva, coordinador de Atención a la Movilidad Humana de la Ciudad de México y trabajadores de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.
El Instituto Federal de Defensoría Pública también documentó el operativo de desalojo “con uso de la fuerza”.