Buenos Aires. Manifestaciones espontáneas en Argentina recorrían en la noche del miércoles varias ciudades del país, con cacerolazos que piden la renuncia del Gobierno de Javier Milei, tras la represión de una marcha de jubilados apoyada por hinchas de clubes de futbol que dejó heridos graves y más de un centenar de detenidos, mientras se llevaba a cabo una controvertida sesión en Diputados.
Medios locales reportan decenas de heridos, entre ellos un fotógrafo baleado en la cabeza, así como más de 120 detenidos
Tras la represión desatada frente al Congreso, los cacerolazos se han extendido en la capital argentina, en varias localidades de la zona metropolitana de la provincia de Buenos Aires, y también en otras ciudades del país como Córdoba (centro), Mendoza (centro-oeste).
"Que se vayan todos, que no quede ni uno solo", fue el cántico que se apreció en algunos barrios de la ciudad de Buenos Aires, como el de Villa Crespo.
En la ciudad de Buenos Aires, la avenida Corrientes ha sido colmada por transeúntes que se dirigen a la Plaza de Mayo, donde se encuentra la sede del Ejecutivo, en protesta por un operativo que dejó dos heridos graves.
Uno de ellos es el fotógrafo Pablo Grillo, al que la policía disparó un cartucho de gas lacrimógeno que le provocó una fractura de cráneo y pérdida de masa encefálica.
El reportero permanece internado en el hospital público de Ramos Mejía en estado grave, según informó su padre, Fabián Grillo.
También resultó herida con un traumatismo una mujer mayor que fue empujada por un policía antes del comienzo de la marcha, cuando ya se habían desplegado varias fuerzas de seguridad en las inmediaciones del Palacio Legislativo.
Los cacerolazos, que en la ciudad de Buenos Aires se replicaron en los barrios de La Boca, Monserrat, Boedo, San Cristóbal, San Paternal o Caballito, también se hicieron sentir en varias localidades de la provincia de Buenos Aires, como Vicente López y Ramos Mejía, además de la capital, La Plata.
La protesta espontánea contra el Ejecutivo de Milei se produce tras la represión iniciada por el Ministerio de Seguridad antes incluso de que empezara la habitual protesta de los jubilados de los miércoles, convocada a las 17 horas locales, a las que se sumaron en esta ocasión hinchas de clubes de futbol, movimientos sociales y partidos de izquierda.
Mientras en las afueras del Palacio Legislativo ocurría la represión, diputados oficialistas se enzarzaron en varias peleas en plena sesión del Congreso.
Las movilizaciones multitudinarias y espontáneas de la noche del miércoles son un hito sin precedentes en el mandato de la actual gestión que comenzó en diciembre de 2023.
