Entre luces que reflejan la mente atormentada de un príncipe y un escenario que deja espacios abiertos para la imaginación del espectador, Un Hamlet se perfila como una de las apuestas más arriesgadas y conmovedoras del teatro contemporáneo.
La propuesta, con dirección de Horacio Almada, reinventa la obra más icónica de William Shakespeare sin perder la esencia de la tragedia que la ha convertido en un referente universal. El montaje se presenta en el Teatro Xola Julio Prieto, donde el espacio y la iluminación juegan un papel clave en la construcción de su atmósfera.
Sin escenografía convencional y con un diseño de iluminación que explora la sicología de los personajes, esta versión demuestra que el teatro integra la palabra, la acción, la sugestión y la participación activa del público.
Para Horacio Almada, montar Hamlet es un reto inevitable. Es la obra que todos conocen, pero la conocen de manera fragmentada. Lo interesante no es saber cómo termina, sino cómo llegan ahí. Es en ese trayecto donde ocurre el verdadero drama, señaló el director en entrevista con La Jornada.
Con un elenco encabezado por Sergio Cuéllar en el papel del príncipe danés, la puesta en escena se centra en la complejidad de las relaciones humanas, más que en el contexto de poder y realeza.
El escenario vacío, lejos de ser una carencia, es una declaración de intenciones. Queremos que el espectador complete con su imaginación lo que no se ve. No es falta de producción, es una estrategia, añadió Almada.
Involucramos al espectador en la construcción de la historia. La iluminación juega un papel clave al transmitir los cambios de tiempo y ambiente, así como el estado emocional de los personajes.
La propuesta visual se refuerza con un vestuario que evoca la estética clásica de Shakespeare, pero reinterpretada con una explosión de color que rompe con la solemnidad habitual de las tragedias isabelinas.
En palabras del director, es un encuentro entre lo que se espera y lo inesperado, un juego visual que seduce al espectador y lo transporta a un mundo donde las emociones dictan las reglas.
No se necesita ser príncipe para entender el dolor
En esta versión, la intimidad de los vínculos entre los personajes cobra un protagonismo inusual. Más allá de la intriga política y las ansias de venganza, Almada pone el foco en los lazos familiares y afectivos que definen la historia.
No se necesita ser príncipe para entender el dolor de Hamlet ni estar en un trono para sentir el peso de las decisiones de Claudio o la angustia de Gertrudis. Son relaciones humanas que atraviesan los siglos y continúan presentes en nuestra realidad, subrayó Horacio Almada.
Destacó que lo fundamental en esta puesta en escena es la reinterpretación desde la intimidad de los vínculos. Hamlet no es sólo un príncipe, es un hijo enfrentado al dolor, la traición y la incertidumbre. No importa si la historia se desarrolla en un castillo o en un mundo contemporáneo; lo que persiste es la esencia de esos conflictos.
La luz es otro de los elementos esenciales en esta adaptación. Más allá de su función escenográfica, se convierte en un reflejo del mundo interior de los personajes.
Almada explicó que, desde finales del siglo XIX, la luz eléctrica revolucionó el teatro. Antes, el texto debía decir es de noche y hace frío para situar la escena. Ahora, la iluminación “nos permite transmitir esas sensaciones sin palabras.
“En esta producción, la luz define los espacios, pero también las emociones. Hay momentos en los que Hamlet se encuentra atrapado en sombras profundas; en otros, la iluminación se vuelve caótica y refleja su mente atormentada.
Es un juego visual y emocional que busca envolver al espectador. En un mundo que se siente cada vez más caótico y fragmentado, Hamlet es, en muchos sentidos, el reflejo de nuestras angustias más profundas, concluyó.
Las funciones de Un Hamlet son los lunes a las 20 horas en el Teatro Xola Julio Prieto (Eje 4 Sur 809, colonia del Valle Norte, alcaldía Benito Juárez). Los boletos están disponibles en taquilla o mediante el sistema Ticketmaster. La temporada concluye el 28 de abril.