La presidenta Claudia Sheinbaum conminó al Congreso a agilizar los trabajos para la aprobación de las leyes secundarias en materia energética para que el próximo 18 de marzo, una fecha emblemática por ser el aniversario de la expropiación petrolera, para la publicación de estas leyes reformadas y adecuarlas a los cambios constitucionales.
Con ello se revertirá finalmente gran parte de la reforma energética aprobada en el 2013 y regresarle al pueblo de México las empresas públicas de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad. El objetivo de las modificaciones era debilitar a ambas dependencias con la definición de empresas productivas del estado que en realidad era hacerlas más ineficientes, pues, por ejemplo, la Comisión Federal de Electricidad producía cada vez menos electricidad.
En el caso de Pemex, lo más significativo fue el endeudamiento sustancial que ocurrió en el sexenio de Enrique Peña Nieto que pasó de 68 mil millones de dólares a 132 mil millones de dólares, casi el doble. Sin embargo, a pesar de este aumento, la producción de petróleo y de gasolinas se fue reduciendo, afectando la soberanía energética.
Con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador hubo una reducción sustancial de la deuda para dejarla en 91 mil millones de dólares. Algo muy importante, dijo Sheinbaum en su conferencia, es reintegrar verticalmente la empresa, porque contaba con cuatro subsidiarias y más 40 filiales de Pemex. “¡Como se puede tener una administración coordinada con 40 filiales? Lo vamos a integrarla verticalmente”.