El riesgo de que aparezcan llagas en la piel de los enfermos después de permanecer en cama seis días sin posibilidad de hacer movimientos debido a algún padecimiento o tratamiento médico, es de hasta 60 por ciento, así como de 85 por ciento en quienes dependen de una silla de ruedas para desplazarse.
Aunque lo anterior es un grave problema de salud pública, pasa inadvertido y en los hospitales se traduce en más tiempo de estancia, aumento de mortalidad y costos de atención.
Rosa María Ponce Olivera, de la Sociedad Mexicana de Dermatología, explicó que las úlceras por presión, también conocidas como escaras, limitan la circulación sanguínea y causan pérdida de movilidad en personas que utilizan sillas de ruedas, sobre todo por las afectaciones que se desarrollan en los glúteos y la espalda baja.
Para estos casos existen dispositivos de soporte (cojines) que coadyuvan a mantener una adecuada postura y, de hecho, se les considera indispensables para personas con discapacidad que están más de ocho horas al día en ese transporte, comentó Cristy Vega, fisioterapeuta y encargada de Movilidad Humana en Ottobock México, fabricante de esos y otros productos ortopédicos, así como cojines antiescaras.
A su vez, Ponce Olivera, ex jefa del Servicio de Dermatología del Hospital General de México, afirmó que los cojines en hospitales e individuos con discapacidad permiten dispersar la presión del peso corporal, favorecen la amortiguación de los impactos y reducen la humedad.
Estudios
Sobre las úlceras por presión que surgen en los hospitales, la Secretaría de Salud hizo la primera investigación en 2013, pues se identificó que los cojines son necesarios para mejorar la calidad y seguridad de los pacientes.
El estudio resaltó que se pueden prevenir. Se tuvo información de 175 hospitales de segundo nivel de atención y más de 13 mil pacientes. La prevalencia de las úlceras fue de 20 por ciento en promedio, aunque hubo entidades donde es mayor a 60 por ciento.
La investigación detectó que 74 por ciento de los pacientes presentaron llagas después de ingresar al hospital y en 70 por ciento de los casos las lesiones surgieron en el sacro y los talones.
El Instituto Nacional de Rehabilitación elaboró un protocolo de prevención y tratamiento de úlceras. Subraya que la aparición de éstas es un signo de mal pronóstico, y está descrito un aumento de mortalidad en los pacientes que las sufren. Además, aumentan los costos de atención médica. De ahí que existan medidas de prevención, identificación de individuos con mayor riesgo de presentarlas, atención multidisciplinaria y en los casos que se requiera, el uso de dispositivos como los cojines, dijo Ponce Olivera.