Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no disminuirá la presión arancelaria que ejerce sobre México, Canadá y China por el manejo del fentanilo, advirtió ayer el secretario de Comercio, Howard Lutnick. Mientras, el asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, dijo esperar que la disputa con Ottawa se resuelva a finales de marzo.
Si el fentanilo se termina, creo que éstos (los aranceles) se quitarán. Pero si el fentanilo no se termina, o hay dudas al respecto, seguirá así, dijo Lutnick en una entrevista con el programa Meet the Press de la NBC. Esto es blanco o negro. Hay que salvar vidas estadunidenses.
Durante la entrevista, Lutnick adelantó que los aranceles de 25 por ciento a las importaciones de acero y aluminio entrarán en vigor este miércoles, según lo previsto. Canadá y México son los principales exportadores de estos metales a los mercados estadunidenses y el primero concentra la mayor parte de las ventas de aluminio.
El secretario de Comercio reconoció que los aranceles elevarán para los consumidores estadunidenses los precios de artículos fabricados en el extranjero, pero los productos estadunidenses serán más baratos, y esa es la cuestión, precisó Lutnick.
En tanto, el asesor económico de la Casa Blanca planteó en el programa This Week de ABC News que los aranceles que Donald Trump reimpondrá a finales de mes podrían seguir aplazándose.
Hassett explicó que las tarifas intermitentes que Trump estaba aplicando a Canadá eran un reflejo de la preocupación del presidente por el contrabando de drogas.
Lanzamos una guerra contra las drogas, no una guerra comercial, y esperamos resolverla a finales de mes, añadió.
La semana pasada Trump exentó de aranceles los automóviles y otros bienes incluidos en el T-MEC durante un mes.
El próximo 2 de abril el gobierno estadunidense revisará los llamados aranceles recíprocos, los cuales involucran a todos los países que impongan gravámenes a los productos de Estados Unidos.
Treinta y cinco congresistas encabezados por el republicano August Pfluger, de Texas, enviaron una carta al presidente estadunidense para que en sus exigencias al gobierno mexicano incorpore la devolución de Calica –declarada área nacional protegida el año pasado– a Vulcan Materials Company, el mayor productor de agregados de construcción en Estados Unidos.
Cuando hable acerca de comercio y seguridad fronteriza con la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, le pedimos que exija una resolución para Vulcan Materials Company, destaca la misiva.
La ubicación estratégica de la península de Yucatán, a menos de 400 millas de Florida, requiere protección de los intereses económicos y de seguridad nacional de Estados Unidos. Más allá de la preocupante expropiación de la propiedad de Vulcan, nos preocupan los informes de que el proyecto adyacente del Tren Maya podría estar financiado por el Partido Comunista Chino, acusan.