México debe de negociar con Estados Unidos la suspensión definitiva de los aranceles, pues la aplicación de estas medidas implicaría afectaciones a las industrias de la construcción y automotriz, consideraron expertos.
De acuerdo con analistas de Intercam, es preciso trabajar para que las exportaciones mexicanas cumplan con las reglas de contenido regional que se exigen en el T-MEC, es decir, los criterios necesarios para determinar la procedencia nacional de un producto que se pretende exportar.
Esta consideración deriva del resultado de la negociación entre la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y el mandatario estadunidense Donald Trump.
El nuevo acuerdo entre ambos indica que todos los productos mexicanos que cumplan con las reglas del T-MEC estarán exentos de la tasa del 25 por ciento hasta el 2 de abril próximo.
Al resto de las mercancías se les elevará el arancel de nación más favorecida a 25 por ciento en la fecha señalada.
Analistas de Intercam explicaron que si un automóvil no cumple con las reglas de origen instauradas en el pacto comercial, para poder cruzar la aduana estadunidense deberá pagar el arancel de la nación más favorecida. Esta tarifa es distinta por producto y depende de las políticas de exención y elusión que permita cada país.
Refirió que según datos de la Organización Mundial de Comercio, actualmente Estados Unidos tiene un arancel promedio de nación más favorecida de 2.7 por ciento y depende de cada producto el arancel que puede recibir o no.
El titular de la Secretaría de Economía (SE), Marcelo Ebrard Casaubón, dijo el viernes que 90 por ciento de los productos que se exportan a EU están exentos de los aranceles de 25 por ciento.
Según los analistas del grupo financiero, las mayores amenazas se encuentran en el sector automotor, por lo que la revisión del T-MEC de 2026 es posible que se enfoque más en las reglas de origen para vehículos, pues de los 163 mil 315 millones de dólares de productos mexicanos de esta industria, el 23.7 por ciento de las importaciones se comerciaron fuera del T-MEC.
Las reglas de origen en contenido regional fueron el corazón de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que comenzó en 2017 y concluyó hasta 2019.
Por el contrario, señaló Intercam, el sector agropecuario está prácticamente blindado de las amenazas arancelarias, ya que 86.4 por ciento de las importaciones de 21 mil 967 millones de dólares se encuentran bajo el T-MEC.
De aplicarse la medida el 2 de abril, el sector de la construcción, actividad que impacta en 185 de 262 ramas de la economía mexicana, observaría impactos debido a los insumos que utiliza, como el acero, el cemento y el aluminio.
Luis Méndez Jaled, dirigente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), dijo en entrevista que los aranceles se traducirían en el aumento de hasta 4 por ciento en vivienda, 6 por ciento en edificación y en infraestructura hasta 10 por ciento.
Porque la mayoría de este tipo de obras tienen 25 o 30 por ciento de estos componentes que hoy están en juego, no es un tema menor, destacó.
