Gabriela Cuevas, representante de México en la organización del Mundial de futbol de 2026, no sólo tiene por delante la encomienda de coordinar la realización de un magno evento a escala internacional, sino también el desafío de superar las barreras de género en un deporte dominado por hombres; sin embargo, ella no se deja intimidar, pues dice que hoy es tiempo de mujeres.
Señaló que actualmente la misión es lograr la inclusión plena de las mujeres en todos los ámbitos, garantizar que las niñas puedan realizar sus sueños sin que nadie las limite por su género, que todos podamos tener acceso a la justicia, es conseguir que el mundo, empezando por nuestro país, tenga cancha pareja y en la cual puedan convivir y competir ambos sexos.
En ese sentido, la ex senadora y diputada mencionó que su objetivo en este nuevo cargo va más allá de la organización de la próxima Copa del Mundo, toda vez que también tiene el reto de conseguir una mayor inclusión.
Romper paradigmas
El próximo Mundial puede dejar un gran legado en nuestro país. En este torneo se romperán muchos paradigmas, por ejemplo, se pasará de 32 selecciones participantes a 48, pero el reto también está en la inclusión, en ¿cómo lograremos que este certamen llegue a todos los barrios, colonias y pueblos de México?, ¿qué haremos para que un evento varonil tenga un gran impacto?, desde su organización hasta gene-rar espacios seguros para las mu-jeres en los estadios.
Necesitamos que niñas y niños puedan jugar juntos, tenemos que poder jugar en equipo y hacia allá queremos ir en la labor que ahora me toca desempeñar.
Asimismo, comentó que entre sus múltiples tareas también está “lograr, a partir de los proyectos comunes, que el deporte sea un motor de transformación social, y no sólo en nuestras tres sedes (Ciudad de México, Nuevo León y Jalisco), sino en todo el país.
“Buscamos también, entre otras cosas, que toda la infraestructura que ya tenemos, y la que se va a construir, se convierta en un detonante de mayor activación física, lograr que más personas cuiden su salud a través del deporte.
Cuando me preguntan ¿qué hace una mujer organizando un Mundial de hombres?, la respuesta es: ver que todos estemos incluidos, representados, seguros y que se vuelva un evento verdaderamente popular.
La también ex jefa delegacional de la alcaldía Miguel Hidalgo destacó además que desde este nuevo puesto se ha percatado de que un punto en el que se debe poner especial atención es en las aficiones, nos falta cambiar ese ambiente y hacerlo menos hostil, debemos aprender a coexistir hombres y mujeres, como es el mundo.
Agregó que en esa parte hay que impulsar un cambio cultural, a veces sentimos que éstos van muy lento, y creo que un ingrediente muy importante para acelerarlos es incluir a los hombres, no podemos esperar que cambien sin decirles, esto no es por telepatía, hay que invitarlos a ser también factor de transformación, si queremos un mundo cada vez más justo, más igualitario, un México en el que nos sintamos profundamente seguras, donde no haya ningún tipo de violencia verbal, física, aco-so, discriminación, lo tenemos que construir entre todas y todos.
Apuntó que más allá del ámbito deportivo, el tema del respeto hacia las mujeres es un derecho, es decir, no tendríamos por qué exigirlo, y eso va desde el transporte público a todas las áreas de nuestra vida, es un tema elemental, y en ese sentido, el 8 de marzo es un buen momento para reflexionar sobre eso, porque esa es precisamente la naturale-za de esta conmemoración, es hablar de cómo las mujeres y las niñas podemos tener plenas garantías y total respeto hacia nuestros derechos, y entre ellos, obviamente está vivir una vida libre de violencia.
Finalmente, informó que los preparativos de la justa mundialista del próximo año van por muy buen camino. No puedo hacer caravanas con sombrero ajeno ni tampoco ser vocera de los estadios ni de empresas, pero estoy plenamente segura de que el Azteca va a estar listo a tiempo. Hay mucho trabajo que se está haciendo en los tres estadios en términos de sustentabilidad, de conectividad, de mejorar todos los espacios para que estos recintos sean ejemplo de las buenas prácticas que tiene México.