Ciudad de México. A minutos de que la administración de Donald Trump relajara el cepo arancelario con el que Estados Unidos ha manejado su relación con México en los últimos 46 días, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público reconoció que algunos de los sectores productivos del país resentirán el riesgo de aranceles y la incertidumbre que éstos acarrean, pero rechazó que en cualquier escenario se espere una recesión de la economía mexicana.
“Si bien los desafíos externos pueden moderar el ritmo de crecimiento, una recesión no es parte de nuestro escenario base. Se prevé cierta moderación en el crecimiento del país, pero la trayectoria a largo plazo sigue siendo positiva. Reconocemos que en algunos sectores, como el equipo de transporte, dispositivos de cómputo y productos electrónicos, podrían experimentar ajustes en su producción dependiendo del resultado del acuerdo comercial en América del Norte”, declaró el subsecretario de Hacienda, Edgar Amador Zamora.
Frente a consejeros de Banamex convocados a la 33 plenaria del banco, aseguró que dada la estructura del comercio exterior mexicano –en el que una buena parte de las entradas son bienes intermedios– una reducción en las exportaciones también significa una reducción en las importaciones, lo que en un resultado neto desinfla los efectos que el golpe arancelario podría tener sobre las estimaciones de crecimiento.
Amador Zamora reconoció que los desafíos externos para la economía mexicana “son innegables”; sin embargo, los choques de la política “Make America Great Again” en su segunda edición han sido menos agresivos de lo esperado. Como ejemplo, la política migratoria vista a la luz de las repatriaciones.
Tanto en volumen como en frecuencia, el retorno obligado de connacionales ha resultado “significativamente menor a la que esperábamos”. Incluso el flujo de repatriaciones ha sido por debajo de las estimaciones más bajas, enfatizó el funcionario hacendario, para después citar a Vicente Fernández: “Crucé el Río Grande nadando. Sin importarme dos reales”, en orden de recalcar la integración económica de la región a través de una misma moneda.
En los temas que la administración de Estados Unidos ha usado como punta lanza para condicionar la política de comercio exterior: los aranceles y el tráfico de fentanilo, Amador Zamora sostuvo que el sistema financiero mexicano está a la vanguardia en la regulación para la prevención de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo, al incorporar los criterios de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros.
Este ha sido una “ventaja muy importante en la conversación” que el gobierno federal ha usado para defender la estrategia comercial del país, apuntó.
Con un déficit público de 5.7 por ciento del producto interno bruto (PIB) a cuestas y un proyectado de 3.9 por ciento para 2025; deuda por encima de 51 por ciento y fondos de estabilización que sólo alcanzan el 0.3 por ciento, el subsecretario de Hacienda aseguró que México cuenta con “sólidos fundamentales” para enfrentar choques.