Jerusalén. La misión del ejército israelí para derrotar a Hamas en Gaza "no ha terminado aún", dijo el miércoles el nuevo jefe del Estado mayor, el teniente general Eyal Zamir, al asumir su cargo y cuando sigue sin concretarse la segunda fase de la tregua.
"En el día de hoy, acepto el mando del ejército con modestia y humildad", declaró Zamir en la ceremonia. "Es un momento histórico. Hamas ha sufrido un golpe duro, pero aún no ha sido vencido", por lo que "la misión no ha terminado aún", explicó.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo al nuevo jefe del Estado Mayor que el país está "decidido" a lograr la victoria en la guerra en varios frentes abierta con el ataque de Hamas del 7 de octubre de 2023.
"Usted tiene una tremenda responsabilidad sobre sus hombros. Los resultados de la guerra tendrán impacto en varias generaciones, y estamos decididos a lograr (...) la victoria", dijo Netanyahu en el acto de toma de posesión en el Estado Mayor del ejército en Tel Aviv.
Zamir, de 59 años, releva en el cargo al teniente general Herzi Halevi, quien hace semanas renunció, reconociendo el fiasco de las fuerzas armadas el 7 de octubre de 2023.
El ejército reconoció en una investigación publicada la semana pasada su "fracaso completo" aquel día, y haber sufrido un "exceso de confianza" sobre los planes y capacidades militares del movimiento islamista palestino.
La investigación del ejército reveló que el ataque ocurrió en tres olas sucesivas y que más de 5 mil personas, incluidos varios miles de civiles, entraron a Israel desde la franja de Gaza ese día.
El ataque en suelo israelí dejó más de mil 200 muertos, en su mayoría civiles, según un balance de AFP basado en cifras oficiales israelíes. Hamas secuestró además a 251 personas.
La respuesta israelí en Gaza se cobró la vida de más de 48 mil personas, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del territorio gobernado por Hamás desde 2007. La ONU considera que esas cifras son fiables.
Zamir asume el cargo en un momento especialmente delicado, cuando Israel y Hamas, pese a los esfuerzos mediadores de Catar, Egipto y Estados Unidos, siguen sin acordar la forma de ejecutar la segunda fase de la tregua en vigor desde el 19 de enero.
El acuerdo de tregua prevé tres fases. Durante la primera, Hamas entregó a Israel a 33 rehenes, ocho de ellos muertos, a cambio de la liberación de alrededor 1.800 presos palestinos.
Entre los 251 rehenes llevados a Gaza, 58 siguen cautivos, 34 de los cuales estarían muertos, según el ejército israelí.
El miércoles se celebraron los funerales del rehén franco-israelí Ohad Yahalomi, cuyo cuerpo fue entregado el 27 de febrero por Hamas, en el kibutz Nir Oz.
El hambre, un arma de guerra
Israel anunció el domingo la suspensión del ingreso de ayuda humanitaria a Gaza, tras desacuerdos con el movimiento islamista palestino Hamas sobre la siguiente etapa del estancado acuerdo de alto el fuego.
Israel "utiliza la hambruna como arma de guerra" en Gaza, acusó el miércoles el ministerio sudafricano de Relaciones Exteriores en un comunicado sobre el bloqueo de la ayuda humanitaria impuesto por el ejército israelí desde el domingo.
"Impedir la entrada de alimentos en Gaza es la continuación por parte de Israel del uso de la hambruna como arma de guerra", afirmó Sudáfrica, que ha presentado una denuncia por genocidio contra el Estado de Israel ante la Corte Internacional de Justicia.
"La gente de Gaza está experimentando un sufrimiento inconmensurable y necesita con urgencia alimentos, refugio y suministros médicos", subrayó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
"Sudáfrica hace un llamado a la comunidad internacional para que responsabilice a Israel", agregó.