Washington. El presidente estadunidense Donald Trump hará el martes un recuento de sus turbulentas primeras semanas en el cargo en una sesión conjunta del Congreso, mientras una nación dividida lucha por mantener el paso y algunos estadunidenses temen por el futuro del país, en tanto que otros apoyan al mandatario.
Este será el más reciente hito en la toma de control total de Trump sobre la capital del país, donde la Cámara y el Senado, liderados por los republicanos, han hecho poco para frenar al presidente mientras él y sus aliados trabajan para reducir el tamaño del gobierno federal y reconfigurar el lugar de Estados Unidos en el mundo. Con un firme control sobre su partido, Trump se ha envalentonado para tomar medidas drásticas tras superar juicios políticos y procesos penales.
La Casa Blanca informó que el tema de Trump será la “renovación del sueño americano”, y se espera que exponga sus logros desde su regreso a la Casa Blanca y que haga un llamado al Congreso para aportar más dinero para financiar sus agresivas medidas contra la inmigración.
Los demócratas, muchos de los cuales no asistieron a la ceremonia de investidura de Trump en enero, desestimaban gran medida los llamados a realizar boicots mientras luchan por encontrar un contrapeso efectivo al presidente.
En cambio, eligieron resaltar el impacto de las acciones de Trump invitando a trabajadores federales despedidos, entre ellos, un veterano discapacitado de Arizona, un trabajador de salud de Maryland y un empleado forestal que trabajó en la prevención de incendios forestales en California. También invitaron a personas que se verían perjudicadas por los drásticos recortes presupuestarios federales a Medicaid y otros programas.
“En lugar de centrarse en las familias estadunidenses y en los problemas cotidianos, el primer mes en el cargo del presidente Trump se ha centrado en recortes de impuestos para multimillonarios, pagados por las mismas personas a las que prometió ayudar”, dijo en un comunicado el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer.
Trump también planeaba abordar en su discurso sus propuestas para fomentar la paz en Ucrania y en Medio Oriente, donde ha desmantelado, sin miramientos y en cuestión de semanas, las políticas del gobierno del ex presidente Joe Biden. El lunes, ordenó congelar la asistencia militar de Estados Unidos a Ucrania, poniendo fin a años de firme apoyo estadounidense a ese país en su defensa contra la invasión de Rusia.
Trump apretaba las tuercas tras su explosiva reunión del viernes en la Oficina Oval con el presidente ucraniano Volodymir Zelensky y, al tiempo que intenta presionar al antiguo aliado estadunidense para que acepte conversaciones de paz con Rusia.
En Medio Oriente, las negociaciones para extender un frágil alto el fuego entre Israel y Hamas se han estancado, y Trump ha sugerido el desplazamiento permanente de los civiles palestinos de Gaza y que Estados Unidos “tome el control” del territorio, tensando las relaciones con los países de la región y desmantelando el apoyo estadunidense de larga data a una solución de dos Estados para poner fin al conflicto israelí-palestino.
El telón de fondo del discurso de Trump también será la nueva incertidumbre económica desatada por los severos aranceles a las importaciones de los vecinos y socios comerciales más cercanos del país, que implementó al iniciar el día. Justo después de la medianoche del martes, entró en vigor un impuesto de 25 por ciento sobre los bienes provenientes de Canadá y México —supuestamente para garantizar una mayor cooperación en la lucha contra el tráfico ilícito de fentanilo— lo que provocó represalias inmediatas y generó temores de una guerra comercial más amplia. Trump también aumentó 20 por ciento los aranceles a los bienes provenientes de China.
Toda la escena para el discurso de Trump contrastaba marcadamente con su último discurso sobre el Estado de la Unión en su primer mandato. Hace cinco años, el republicano pronunció su discurso anual justo después de que el Senado lo absolviera durante su primer juicio político y antes de que la pandemia de covid-19 hiciera mella en la sociedad. El discurso del martes no se denomina Estado de la Unión porque todavía está en el primer año de su nuevo mandato.