Ciudad de México. México enfrenta “graves riesgos” derivados del creciente proteccionismo comercial de Estados Unidos, advirtió Fitch Ratings, de cara a la fecha límite en que la administración Trump anunciara el inicio de aranceles con sus principales socios comerciales.
Pero no sólo México, en general los soberanos de México enfrentan crecientes incertidumbres externas en 2025 con un margen limitado para responder con estímulos fiscales y monetarios, reportó la firma de riesgo crediticio.
Desde 2020, Fitch mantiene la calificación soberana de México en BBB-, a un paso de perder el grado de inversión, y en julio del año pasado ratificó la nota y puso la perspectiva estable. Hasta ese momento, Donald Trump no había llegado a las urnas para ganar un segundo mandato al frente de Estados Unidos.
La previsión de economía estadunidense más lenta, una postura fiscal más estricta debido a la necesidad de reducir el déficit fiscal y una política monetaria restrictiva permitían proyectar una ligera desaceleración del crecimiento el próximo año.
Pero Fitch contaba con que la relocalización, conocida como nearshoring, ofreciera a México “importantes oportunidades para mejorar su participación en la cadena de suministro global y diversificar su capacidad de fabricación”.
Ahora, en un informe sobre soberanos de América Latina, la firma de riesgo expone que México está en un grave riesgo por el proteccionismo de la administración Trump. No obstante, la política impuesta en una segunda vuelta de “Make America Great Again” salpica hacia varias direcciones y países.
“Las amenazas arancelarias y las políticas de inmigración de Estados Unidos presentan riesgos para el crecimiento. Las tasas estadunidenses más altas durante más tiempo y la fortaleza del dólar podrían aumentar los costos de endeudamiento, presionar las monedas regionales y hacer que los bancos centrales sean más cautelosos sobre la flexibilización de las políticas”, explicó Fitch.
Además que “la postura de la administración Trump sobre la deportación de migrantes indocumentados podría desacelerar los flujos de remesas, posiblemente aumentando las presiones fiscales para los países receptores”, detalló la firma de riesgo, que estima un crecimiento de 2.2 por ciento para la región.