Se espera un colapso del vórtice polar en las próximas dos semanas, lo que provocaría temperaturas heladas y complicaciones para viajar en Norteamérica.

Se prevé que este fenómeno meteorológico se produzca a mediados de marzo y que cause temperaturas muy frías en algunas zonas de Canadá y Estados Unidos. También podría afectar al Reino Unido y a Europa.

El colapso del vórtice polar se produce cuando la capa situada entre 10 y 50 km por encima de la superficie terrestre se calienta y alcanza una temperatura de 50 grados en solo dos días, lo que se conoce como calentamiento estratosférico repentino (SSW). Como este fenómeno puede debilitar el vórtice polar, el aire frío del Ártico se desplaza hacia el sur y provoca condiciones meteorológicas extremas.

No es el primer colapso del año. El que sucedió el mes pasado provocó heladas intensas y problemas para viajar en Norteamérica.

Nieve, tormentas y temperaturas bajo cero afectaron a millones de estadunidenses en febrero.

Si el próximo colapso debilita la corriente en chorro, se podría liberar aire frío de las regiones polares hacia Norteamérica o Eurasia.

“Prevemos un desplazamiento del vórtice polar hacia el lado de Europa y el este de Canadá”, declaró a The Independent el meteorólogo director de AccuWeather, Paul Pastelok.

Continuó: “Cuando el vórtice polar colapsa, ya sea que se estira, se desplaza o se divide, puede afectar, aunque no siempre, a esta corriente en chorro polar”.

Agregó: “No se sabe exactamente cuándo llegaría a Norteamérica, pero podría verse un cambio en el patrón a finales de marzo y principios de abril”.

Un vórtice polar es una extensa zona de baja presión y aire frío que gira alrededor de los polos Norte y Sur de la Tierra y se mantiene en su lugar gracias a las estrechas bandas de viento que fluyen a altitudes de entre 8 y 11 km por encima de la superficie terrestre, las cuales se conocen como corriente en chorro.

Cuando el vórtice se debilita, la corriente en chorro puede volverse menos estable, causar que el aire frío polar se desplace hacia el sur y provocar temperaturas extremas e impredecibles.

Pastelok explicó que existe una pequeña posibilidad de que se produzca una “fisura completa” del patrón de la corriente en chorro, que podría durar entre cuatro y siete semanas.

Sin embargo, agregó que sería más probable que se produzca un “desplazamiento” o un cambio de patrón. Dicho cambio duraría menos tiempo y afectaría a Europa y al centro y este de Norteamérica.

El fenómeno meteorológico también puede afectar al Reino Unido, ya que los meteorólogos advierten que las temperaturas podrían volver a bajar tras el alivio temporal de esta semana.

“Los colapsos del vórtice no siempre impactan en nuestro clima, pero, si lo hacen, pueden transcurrir algunas semanas antes de que las consecuencias puedan sentirse en la superficie terrestre”, expresaron desde la Oficina Meteorológica del Reino Unido a The Independent, y agregaron que la altitud del calentamiento es tan elevada que no se siente directamente. También detallaron: “Si eso ocurre, actuaría como un factor que favorecería la ocurrencia de patrones bloqueados o de evolución lenta durante lo que queda de marzo y podría generar temperaturas más frías en el Reino Unido”.