Montevideo. El presidente electo de Uruguay, Yamandú Orsi, juró ayer como presidente ante la Asamblea General con la aspiración de revertir los “problemas urgentes que padecen sectores importantes del pueblo uruguayo” a lo largo de los cinco años en que estará al frente de la nación sudamericana.
“Hoy no comienza un tiempo de refundación, sino uno de nuevas propuestas y de construcción permanente”, afirmó Orsi en su discurso de investidura.
La asunción de Orsi, de 57 años, marca el regreso al poder del Frente Amplio, una coalición de centroizquierda, que incluye a moderados, comunistas y sindicalistas de línea dura, tras cinco años del gobierno del saliente mandatario de centroderecha Luis Lacalle Pou.
Al lado de su compañera de fórmula Carolina Cosse, el ahora mandatario llegó al Palacio Legislativo de Montevideo entre aplausos de la multitud que se concentró en las cercanías del recinto, donde rindió protesta ante el renovado Congreso, tres meses después de su victoria presidencial en una elección ampliamente elogiada como antídoto a la polarización política que afecta a los vecinos Argentina y Brasil, entre muchos otros países.
Tras su investidura, Orsi realizó un cortejo en automóvil hacia la Plaza de la Independencia, en medio de gritos y saludos de una alegre multitud con banderas, donde lo recibió el mandatario saliente para el acto protocolario del traspaso de la banda presidencial.
La ceremonia fue acompañada por un número récord de líderes mundiales, entre ellos los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Colombia, Gustavo Petro; Chile, Gabriel Boric, y Panamá, José Raul Mulino. Igualmente acudieron el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, y el rey de España, Felipe VI.
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Yamandú Orsi saluda desde el balcón del Palacio Estévez, en la Plaza Independencia, en Montevideo. Foto Afp
Lula da Silva enfatizó: Yamandú Orsi es “muy importante” para la integración sudamericana, tras reunirse en Montevideo con su viejo amigo, Pepe Mujica. El izquierdista Lula, en el poder hasta 2027, es considerado aliado clave en la apuesta por “el sur global” del gobierno de Orsi, delfín del ex presidente Mujica (2010-2015).
“Voy a tratar a Yamandú con el mismo cariño y amistad que nosotros dos nos teníamos, porque creo que él es una pieza muy importante en la integración sudamericana”, prometió Lula a Mujica, en alusión a la época en que ambos gobernaban a la vez.
“No importa el tamaño del país. Me importa el carácter del presidente. Orsi merece mucho respeto”, continuó Lula en su conversación con Mujica, en un video que el presidente brasileño difundió en su cuenta en la red social X.
Retos nacionales para un gobierno del Frente Amplio
Orsi, docente de profesión, enfrenta numerosos desafíos en su país de 3.5 millones de habitantes: salarios, subsidios a los estudiantes, jubilaciones, pobreza infantil, seguridad social, educación, el sistema nacional de cuidados de la tercera edad y la agenda de género.
Pero si hay un tema que preocupa a la población uruguaya es el de la inseguridad. “Uruguay se ha vuelto inseguro.
“Tiene indicadores de homicidios muy elevados, incluso duplica el argentino”, declaró el politólogo Gerardo Caetano en entrevista con Deutsche Welle.