Ciudad de México. Silvano Aureoles Conejo, contra el que hay una orden de aprehensión por desvío de recursos, peculado y corrupción durante su gestión como gobernador de Michoacán, ha estado siempre rodeado de la polémica.
Fundador del ahora desaparecido partido del sol azteca, dos veces diputado y una senador, ganó la gubernatura de Michoacán bajo las siglas del PRD, en octubre de 2015, en el marco del Pacto por México, que el grupo de Los Chuchos signó con el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Su contrincante en esa elección, la panista Luisa María Calderón, hermana de quien había dejado tres años la Presidencia de la República, Felipe Calderón, acusó a Aureoles Conejo de haber recibido apoyos del narcotráfico para ganar Michoacán.
Durante la campaña, la Cocoa Calderón dio a conocer que el perredista cometió un fraude millonario a proyecto a productores de Yurécuaro, al no entregarles tractores de los que habían pagado una parte y denunció que una de sus hermanas fue detenida con un cargamento de drogas y liberada.
En su gobierno, Aureoles Conejo incluyó en su gabinete a panistas y priístas, lo que motivó la inconformidad de perredistas michoacanos, pero lo tuvo que hacer como parte de los acuerdos del Pacto por México.
Sus seis años como gobernador fueron motivo de críticas y eran frecuentes las versiones sobre gastos usuarios y la frivolidad con que se comportaba. Se le acusó de haber gastado en 2015, cerca de 14 millones de pesos en la compra de camionetas de lujo para sus principales funcionarios, entre ellos el responsable de finanzas Carlos Maldonado Mendoza, quien ya fue capturado, como como parte de las acusaciones de desvío de recursos.
Casi al terminar su gestión, en junio de 2021, ya durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, trató de que se echara abajo el triunfo de Alfredo Ramírez Bedolla, quien ganó la gubernatura michoacana el 13 de junio de ese año, bajo las siglas de Morena.
Intentó infructuosamente que López Obrador le diera audiencia y se presentó fuera de Palacio Nacional en ese mismo mes de junio para documentar, dijo, su exigencia de que se nulificara la elección bajo el argumento de qué había intervenido el crimen organizado.
Esperó a la entrada de Palacio Nacional, sentado en un banquito verde que llevó, y ahí estuvo por más de cuatro horas con un grueso folder en el que, según declaró, llevaba las pruebas sobre el involucramiento de candidatos a alcaldes de Morena con grupos del narcotráfico en Michoacán.
Aureoles Conejo se integró al PRD de esa entidad desde su creación, pero no era bien visto por parte de la militancia. En 2006, cuando era candidato a senador y acompañaba en los mítines al entonces candidato presidencial, López Obrador, era motivo de rechiflas frecuentes.
Durante el plantón en el Zócalo de la Ciudad de México, luego del fraude electoral de 2006, en que había campamentos de cada entidad, Silvano Aureoles se ausentó varias semanas del correspondiente a Michoacán, ya que se casó y se fue de luna de miel a España, lo que no fue bien visto por sus compañeros que se organizaban para pasar ahí días y noches.
Después de que concluyó su mandato, en septiembre de año 2021, entre acusaciones de corrupción, se refugió por temporadas en Miami, en el rancho de un famoso cantante, amigo suyo. Ahora a sus 60 años enfrenta una orden de aprehensión.