Naciones Unidas. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió el viernes que los amplios recortes al gasto de ayuda exterior estadounidense y las contribuciones a las agencias del organismo internacional, promulgados por el presidente Donald Trump van en contra de los intereses de Washington.
"La reducción del papel y la influencia humanitaria de Estados Unidos irán en contra de los intereses estadounidenses a nivel mundial. Sólo puedo esperar que estas decisiones puedan revertirse en base a revisiones más cuidadosas", dijo Guterres a periodistas.
Las agencias de las Naciones Unidas, junto con las ONG de ayuda, recibieron avisos de profundos recortes en la financiación estadunidense en las últimas 48 horas, dijo Guterres, con lo cual Trump cumple con las promesas de campaña de recortar el gasto federal.
Estados Unidos es el mayor contribuyente individual al presupuesto de la ONU, con notoria diferencia.
Según Guterres, "desde Gaza hasta Sudán, Afganistán, Siria y Ucrania", áreas que han registrado importantes conflictos o situaciones complejas, la financiación estadunidense "apoya directamente a las personas que viven en guerras, hambrunas y desastres, proporcionándoles atención sanitaria esencial, refugio, agua, alimentos y educación".
El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció el miércoles que había recortado sus contratos de ayuda multianuales en un 92 por ciento ya que buscaba ahorrar alrededor de 60 mil millones de dólares en programas humanitarios y de desarrollo en el extranjero.
La medida fue vista como un paso hacia el desmantelamiento de programas que no están alineados con su agenda "Estados Unidos primero".
Trump firmó un decreto en enero, al asumir el cargo, exigiendo la congelación por 90 días de toda la ayuda externa estadounidense para darle tiempo a su administración de revisar el gasto en el exterior.
Un juez federal había dado el martes a la administración Trump menos de dos días para descongelar toda la ayuda al exterior después de que una orden judicial emitida casi dos semanas antes fuera ignorada.
Pero el gobierno presentó una solicitud de emergencia ante la Corte Suprema de Estados Unidos, que emitió una suspensión administrativa del fallo el miércoles por la noche, pausando la orden del tribunal inferior.