Immokalee., Los jornaleros en este país están entre los trabajadores más explotados y maltratados, pero desde este rincón de Florida, la Coalición de Trabajadores de Immokalee (CIW, por sus siglas en inglés) ha creado un modelo que ha transformado las vidas de decenas de miles de inmigrantes ocupados en los campos en más de 20 estados con mejores salarios, condiciones laborales y respeto por los derechos humanos básicos.
La CIW ha logrado impulsar acuerdos bajo su Programa de Comida Justa con 90 por ciento de los cultivadores de jitomate en Florida, junto con muchas de las cadenas nacionales de comida rápida y supermercados, incluidos Taco Bell, McDonalds, Burger King, Subway, Chipotle, Walmart y Whole Foods, entre otras (algo sin precedente). También han logrado liberar a más de 2 mil jornaleros de condiciones de esclavitud en Florida.
Por todo esto, la CIW ha sido reconocido por la Organización de Naciones Unidas, premiado por el entonces presidente Barack Obama y apoyado por los ex gobernantes Jimmy Carter y Bill Clinton, por la familia Kennedy y diversas instituciones académicas y de derechos humanos.
La CIW nació en 1993 como un pequeño grupo de jornaleros que se reunía cada semana en el sótano de una iglesia en Immokalee, y que poco a poco logró apoyo para su esfuerzo de crear un movimiento de derechos humanos encabezado por trabajadores. Las primeras reuniones de la coalición eran tipo Naciones Unidas. Sí, porque en aquel tiempo, entre los asistentes estaban los que sólo hablaban idiomas indígenas, los haitianos y los que hablábamos español
, cuenta Lucas Benitez, cofundador de la CIW en entrevista con La Jornada.
El primer pacto llegó en 2010
Dos años después, con más de 3 mil trabajadores realizaron la ocupación de una semana del centro de transporte y contratación en el centro del pueblo en demanda de mejores salarios y condiciones laborales. La lucha se extendió, la CIW hizo una huelga de hambre de un mes que capturó atención nacional, seguida por una caminata de 370 kilómetros exigiendo justicia. Para fines de los años 90 habían logrado algunos incrementos salariales, pero sería hasta 2010 cuando la CIW llegó a su primer acuerdo con una empresa cultivadora: Pacific Tomato Growers. En el lapso de un año, 90 por ciento de los cultivadores de jitomate del estado se sumaron al acuerdo con la CIW para establecer normas de trabajo y mejores ingresos.
Es diferente al modelo del sindicalismo tradicional
, explica Benitez. Nosotros tenemos nuestra ecuación matemática: C+C=C. Eso es lo que nos ha llevado a donde estamos. Primero, creamos Conciencia, sacamos el Compromiso de nosotros mismos como trabajadores y hemos llevado al Cambio. Conciencia en los compromisos, igual a cambio. El trabajo de la coalición ha ido creciendo orgánicamente. No fue que alguien llegó de arriba para decir: van a hacer esto, van a hacer lo otro
.
Como ejemplo, mencionó que al inicio de lo que sería una serie de campañas nacionales para obligar a las grandes empresas de comida rápida y supermercados a aceptar los acuerdos del Programa de Comida Justa se empleó la estrategia de un boicot. Un compañero de Oaxaca planteó: ¿por qué no hacemos un boicot, porque allá en Oaxaca hicimos una vez uno en contra de una tienda ahí que estaba en el pueblo, porque nos subió los precios y ya no fuimos a comprar y los bajó. Y así, las ideas y experiencias de cada quien nutrieron el desarrollo del trabajo de la CIW, así se redactó el código de conducta de 30 puntos que es el eje del Programa de Comida Justa, lo diseñamos a nuestra manera, con nuestras ideas, que después vinieron nuestros asesores legales que lo adornaron con las palabras legales que se necesitaban
, contó Benitez.
Taco Bell, primera en firmar el Programa de Comida Justa
Despues de una campaña de boicot nacional de cuatro años, apoyada por universitarios, iglesias y organizaciones comunitarias por todo el país, Taco Bell fue la primera empresa en firmar el Programa de Comida Justa. Ante la presión incesante de la CIW y sus aliados, dos de las principales compañías cultivadoras, Pacific y Lipman Family Farms, decidieron firmar acuerdos, y durante ese siguiente año, casi todos los demás cultivadores del estado hicieron lo mismo. Mientras, continuaba la lucha para sumar cada vez a más compradores nacionales al programa.
Pero con ello, el desafío es cómo asegurar el cumplimiento de los acuerdos, señaló Ariadna Rico, quien encabeza las auditorías e investigaciones de las operaciones de los cultivadores por la entidad independiente encargada de implementar los acuerdos: el Consejo de Normas de Comida Justa. En entrevista con La Jornada, la originaria de Ciudad Juárez explicó que el auditor es el que va y visita las operaciones, platica con los trabajadores, con la gerencia y se aprende todos los sistemas
. Muchas veces, los jornaleros llegan a este país como parte del programa de trabajador huésped H2A, y muchos, si es su primera vez, saben que están en, por ejemplo, Florida, pero no en qué ciudad y mucho menos qué derechos tienen.
La CIW les explica sus derechos y Rico y su equipo realizan visitas donde entrevistan a por lo menos 50 por ciento de los jornaleros en cada sitio de trabajo para revisar la aplicación del código de conducta bajo el acuerdo del Programa de Comida Justa. Hicimos auditorías de entrada para 22 empresas entre el año pasado y este año, aparte de visitar las 22 que entraron el año pasado, tenemos otras 11 que van a entrar al programa
, epxlicó.
Está dirigido por los trabajadores. La responsabilidad social también es iniciada por ellos
, añadió Rico. Describió diferentes maneras de llevar a cabo las investigaciones. En una entrevista, por ejemplo, un trabajador podría no comentar nada, pero después en otra conversación informal le cuenta que un reclutador está cobrando ilegalmente a jornaleros en México que desean obtener el permiso de trabajo. El proceso educativo es fundamental, subraya, Cambia mucho cómo te conectas con personas que están aquí de una manera temporal, por diseño, que no tienen la conexión con la comunidad, no saben la historia del programa, no saben todo lo que se tomó para hacer todo esto. Entonces, es algo que requiere muchas repeticiones y mucho probar
, detalló Rico.
También es clave que el programa produzca resultados. O sea, si alguien confía en ti con una queja, tienes que tener resultados como para que los mismos hechos generen esa confianza.Y también mucha transparencia
, señaló. Rico trabaja con el personal del Servicio Nacional de Empleo en la Secretaría del Trabajo en México para dar seguimiento a quejas, pero comenta que ellos sólo tienen un poder normativo sobre todas las oficinas en varias partes de México. “Entonces, si encuentras una manzana podrida en una de las oficinas locales en un pueblito, ellos tienen que ver cómo empezar a presionar para que despidan a la persona… bueno, entonces ya a esa oficina no vamos a vincularla con ningún contrato. Se cierra hasta que resuelvas esa situación. Y es lo que han hecho. A veces han tenido que cerrar estados completos. Hasta que limpien la casa”.