En la Comisión de Árbitros de Concacaf la conducta del silbante mexicano, Marco Antonio Ortiz, al solicitar el miércoles un autógrafo del argentino Lionel Messi, capitán del Inter Miami, en el partido de la Copa de Campeones contra el Sporting Kansas City, no es propia de un oficial profesional con gafete FIFA. La investigación abierta en su contra por autoridades de la región resolvió un castigo de seis meses de suspensión en encuentros de eliminatoria mundialista rumbo a 2026, la Copa Oro y el torneo clasificatorio para el Mundial de Clubes.
Según el expediente, las imágenes que circularon en televisión no están alineadas con los códigos de ética y conducta que establece la Confederación. “El árbitro aceptó su error, pidió disculpas por el incidente y aceptó las acciones disciplinarias aplicadas en su contra”, informó la Concacaf el jueves al iniciar el proceso. Ortiz, también señalado en la final de hace un año en la Liga Mx por marcar el penal que dio el título al América ante Cruz Azul, se acercó a Messi sin ad-vertir que estaba siendo grabado.
“De acuerdo con su testimonio, el silbante solicitó un autógrafo para un familiar con necesidades especiales”, afirman desde la comisión en referencia a la información recabada desde el partido en la Copa. El Sporting Kansas City presentó el caso ante la Concacaf con pruebas en video. Aunque la serie con el Inter Miami sigue abierta (1-0 global), los directivos del club denunciaron la existencia de una conducta perfectamente medida y organizada del silbante mexicano después de finalizar las acciones en el antiguo Sporting Park, donde el astro argentino hizo el gol de la victoria.
Ortiz, a quien apodan El Gato, ya fue notificado del castigo y limitará su participación a los encuentros de Liga Mx y otras confederaciones, en caso de que sea requerido. Para la ronda de partidos correspondientes a la fecha 9 de la fase regular, la Comisión de Árbitros de la Federación Mexicana de Futbol apartó al ex internacional de las designaciones anunciadas de este martes y miércoles. Desde que en octubre el ex futbolista y directivo Juan Manuel Herrera llegó a la dirección general del gremio de silbantes, los procesos de trabajo complicaron la permanencia de instructores, antiguos presidentes y profesionales que aspiraban a dirigir la Copa del Mundo 2026.
Decisiones “viscerales y no pensadas”
“Algunos árbitros no estuvieron de acuerdo en que Armando Archundia se fuera, pero era una decisión tomada. Sólo permaneció más días para calmar las aguas”, señala una fuente dentro de la organización, en la que también el chileno Enrique Osses, instructor FIFA, decidió no renovar su contrato para seguir en el cargo. “Tal vez yo no fui políticamente correcto en algún momento, pero no me arrepiento. A veces algunos no están preparados para escuchar que una persona exprese sus puntos de vista sobre las situaciones que pueden mejorar”, agrega el mundialista en Qatar 2022 Fernando Guerrero, retirado por cuestionar una serie de decisiones “viscerales y no pensadas” dentro de la comisión.
En enero pasado, todavía con los estragos de la final de vuelta América-Cruz Azul y el penal que valió el campeonato para las Águilas, el duranguense Marco Antonio Ortiz recibió un llamado de atención del organismo al ofrecer una entrevista en la que dio detalles de su decisión y contradijo las versiones que circularon en su contra.
“Era penal para el América, éste y el anterior. Ya fueron dos torneos con lo mismo, la misma tendencia. Hay que cambiarle y buscar otro pretexto, otro villano”, dijo el silbante. Uno de los ex integrantes del gremio, el ex mundialista Felipe Ramos Rizo, sostiene que el proceder del denominado Gato causó molestia entre los colegiados y una llamada de atención, debido a que en este momento “no están preparados para andar ofreciendo entrevistas”.
En una imagen que circuló de forma viral en redes sociales, Ortiz fue captado en una agencia de automóviles días después de aquella final en mayo de 2024, luego de que “sufriera un accidente vial y perdiera uno de sus espejos”, de acuerdo con su relato.