El índice de masa corporal (IMC), utilizado como criterio para determinar si las personas viven con obesidad, es insuficiente porque, si bien da idea de la condición de salud, no ayuda para que el exceso de peso corporal se considere, como lo es, una enfermedad compleja que requiere atención, advirtieron más de 50 expertos de diferentes regiones del mundo que llegaron a un consenso sobre la definición y diagnóstico del padecimiento.
Convocados por la revista científica The Lancet, especialistas de los cinco continentes definieron la obesidad clínica como la condición de exceso de adiposidad con daño a órganos y tejidos que ponen en riesgo la salud y la vida.
Además de las conocidas alteraciones en glucosa (diabetes), cardiovasculares, identificaron la afectación hepática que evoluciona a cirrosis como consecuencia de la obesidad, entre otras.
En México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2022 encontró que 75.2 por ciento de los adultos viven con exceso de peso corporal; 38 por ciento con sobrepeso y 37 con obesidad. De estos últimos que están en la condición más grave, la mayoría (81 por ciento) tienen obesidad abdominal; es decir una cintura de más de 80 centímetros en las mujeres y más de 90 en los hombres. Este es uno de los criterios de la obesidad clínica determinado en el nuevo consenso.
Investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) que analizaron los datos de la encuesta advirtieron que la prevalencia de obesidad en México es una de las más altas en el mundo.
Los expertos que integraron la comisión de diabetes y endocrinología de The Lancet resaltaron que la obesidad clínica también es causa de infertilidad. Hombres y mujeres pueden tener disfunción en ovarios y testículos como resultado de complejas adaptaciones hormonales a la obesidad
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En ellas, la disfunción hormonal del tejido adiposo y niveles elevados de insulina que puede actuar como regulador del sistema reproductivo, están vinculados con el desarrollo del hiperandrogenismo (hormonas sexuales masculinas) funcional o síndrome de ovario poliquístico.
Los síntomas clínicos de estos trastornos son variaciones de la menstruación por cambios en la ovulación, hirsutismo (exceso de vello en cara, pecho, abdomen, muslos), acné y alteración de la fertilidad.
En los hombres, la obesidad es una causa de alteración en la producción de espermatozoides y disfunción eréctil. Esto puede tener efectos adversos sobre las proporciones de masa corporal magra o grasa, empeorando así la obesidad existente, se explica en el artículo de The Lancet, publicado en enero pasado.
El consenso se integra con 18 indicadores para adultos y 13 para niños y adolescentes, a partir de los cuales se debe realizar el diagnóstico individual de obesidad clínica con base en las condiciones específicas de cada persona.
Subrayan que hasta ahora, las manifestaciones de la obesidad como enfermedad no se han caracterizado de manera adecuada y eso ha dificultado la aceptación de esta condición como una enfermedad y la puesta en marcha de enfoques racionales de atención y políticas
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Una etapa previa es la obesidad preclínica, definida como un estado de exceso de adiposidad sin daño de otros tejidos y órganos y un riesgo variable, pero generalmente aumentado, de desarrollar obesidad clínica y varias otras enfermedades no transmisibles
como diabetes, afecciones cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer y trastornos mentales.
Los expertos recomendaron utilizar el IMC como una medida sustituta del riesgo para la salud a nivel poblacional, para estudios epidemiológicos o con fines de detección, en lugar de como una medida individual de salud
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