La izquierda mundial carece de una utopía que la unifique, aunque hay importantes movimientos que propugnan por la igualdad de las mujeres, la conservación del medio ambiente, un Estado que garantice la salud, la educación y la cultura sin distinciones de clase y el derecho de migrar, sostuvo el teórico y militante Enrique Semo.
En entrevista con La Jornada a propósito de su libro más reciente, La izquierda mexicana en su laberinto (1974-2024), el historiador de la economía mencionó que no existe idea de porvenir sin utopía
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Añadió: ¿Cómo podemos representar el futuro? ¿Como continuación de lo mismo en lo que estamos o como un cambio, un mundo mejor en el cual los problemas básicos de la humanidad estén resolviéndose? Esa imaginación de futuro es lo que llamamos utopía
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El volumen, que será presentado el 2 de marzo, es la segunda parte de una pentalogía de obras escogidas que se inició con Los combates por la historia y el socialismo. El tercer tomo tendrá de eje la historia de la Conquista, la Colonia y el siglo XIX de México. El cuarto, de ése no hablo, porque todavía está construyéndose en mi cabeza. El quinto, también
, contó Semo (Sofía, Bulgaria, 1930).
La serie de textos están justificados por su edad, dijo el profesor universitario: Tengo 94 años y muchos de mis libros que se publicaron por 1960 o 1970 ya no circulan
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Sobre dos movimientos actuales en la izquierda, el científico social mexicano se refirió al que impulsa la igualdad de las mujeres, con magníficos resultados en su siglo y medio de existencia, así como el de pensar la migración como un fenómeno del siglo XXI y formar un mundo en el que hombres y mujeres puedan moverse libremente de un lugar a otro
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De su reciente título, que reúne artículos escritos de 1965 al año pasado, Semo agregó que persigue la idea de la utopía a medida que cambia en 60 años que llevo de escribir. La utopía se va moviendo, pero está presente. La izquierda debió cambiar varias veces sus posiciones
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El premio Nacional de Ciencias y Artes 2014, en el área de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía, definió a la izquierda como una corriente que representa ideas fundamentales de igualdad, fraternidad, solidaridad; el derecho de la igualdad de la mujer y de los trabajadores con el resto de la población y la defensa del medio ambiente
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Mencionó que tras el mundo soviético o el mundo que trató de ser socialista se quedó en el camino porque le faltó aire para transformarse. El socialismo es cambio permanente. La Unión Soviética olvidó ese principio porque después de la guerra debió tener otra revolución dentro, que fuera la democracia, la participación de toda la población, el cambio en la cultura
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El especialista en economía y militante Enrique Semo durante la entrevista con este diario. Foto Roberto García Ortiz
Semo viajó por la Unión Soviética, Polonia, Checoslovaquia y Bulgaria cuando se desmoronaba el socialismo real. Hice entrevistas con los directores de la economía y los partidos. Todos querían hablar. Los rebeldes jóvenes también. Nadie estaba contra el socialismo, pero querían un socialismo diferente. No se pudo. La burocracia lo impidió
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Sintetizó: la realidad es que la utopía de los países soviéticos demostró ser limitada, que no supo sobrevivir a los cambios
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Al caer la Unión Soviética en 1990 cambió todo el espectro social, y la izquierda tuvo que acomodarse a una situación de ofensiva de la derecha. El neoliberalismo instauró que “el mercado debe regir los destinos de la nación, el Estado debe ser reducido a su mínima expresión y todos los hombres deben cooperar exclusivamente desde su individualidad para construir un lugar en la sociedad.
“Ese camino llegó a México en 1982 y primó hasta 2018. Ahora se plantea una nueva corriente que se opone. Según la cual, en primer lugar, hay que reconstruir el Estado como agente rector de la vida económica, social y política.
“La nueva corriente que proclamó Andrés Manuel López Obrador y quienes los rodeamos −porque fui partidario de él desde el principio e incluso participé en su Gobierno del Distrito Federal, como secretario de Cultura− planteaba decir a la empresa privada que ella no manda sobre el Estado. Éste tiene derecho y obligación de cumplir una función diferente a aquella: combatir la corrupción en todas sus expresiones, en el Estado, los medios y en las empresas; aumentar los ingresos gubernamentales por la vía de los impuestos, para que pueda cumplir con tareas que la empresa privada no cumple, que son salud, educación y apoyo a los sectores más pobres de la población, y establecer una democracia diferente. Esas ideas se fueron plasmando de 2006 a 2018, en el movimiento que dirigía Andrés Manuel López Obrador.”
Semo hizo énfasis en que los cambios fundamentales que López Obrador realizó en su gobierno no son una implantación plena de lo que se ha llamado la Cuarta Transformación, sino los primeros pasos
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Puntualizó que desde 1994 en el país hay dos formas de izquierda predominantes: el partido electoral, que nació con el PRD, y “la rebelión en Chiapas, que representa lo más profundo de las demandas de los indígenas, que no es cierto que son una parte mínima de la población.
En México tenemos esas dos izquierdas. Han seguido sus pasos y la de formar un partido electoral nos dieron a López Obrador y a Claudia Sheinbaum, quien persigue las ideas de la Cuarta Transformación.
El texto La izquierda mexicana en su laberinto (1974-2024) será presentado por Enrique Semo, Elvira Concheiro, Aldo Guevara y José Ángel Leyva el 2 de marzo a las 12 horas en la Galería de Rectores, en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.