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Desde otras ciudades

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Segmento que ha sido objeto de actos vandálicos, donde se lee: “Hay muchos muros por derribar”. A la derecha, un visitante revisa la placa informativa. Foto Alia Lira Hartmann
23 de febrero de 2025 08:35

Cualquier residente de la capital alemana sabe que al recibir visitas el mayor atractivo que desean ver son los restos del Muro de Berlín. En este momento histórico en el que se intentan levantar nuevas paredes en el mundo para separar, dividir, diferenciar e incluso eliminar personas, más que nunca es necesario hacer un llamado a la humanidad para recordar que estas divisiones han traído un inmenso sufrimiento e innumerables víctimas.

Símbolo y testimonio de todo un periodo de la historia moderna, el Muro de Berlín fue un emblema de la guerra fría que separó a Alemania Oriental (RDA) de Alemania Occidental (RFA). Su caída en 1989 marcó la reunificación del país y el fin de la división política en Europa.

Poco después, en 1990, unos 118 artistas de 21 países intervinieron este segmento de esa mole creando murales con mensajes de paz, esperanza, crítica social y política.

Para quienes visitan Berlín de manera regular vale la pena ir varias veces a lo que resta del emblemático muro, por la diversidad de expresiones artísticas que varían en su contenido.

Son cerca de 1.3 kilómetros que se han convertido en una galería de arte al aire libre a la que han sido invitados artistas de todo el mundo.

Este icónico muro, que dividió la ciudad entre 1961 y 1989, se ha transformado en un importante testimonio artístico de libertad y reconciliación.

Cada tramo cuenta con una placa en la que se da información detallada y el contacto de cada artista o galería participante, así como el nombre asignado al segmento.

Algunos se han conservado a lo largo de los años, como el grafiti del beso entre el líder soviético Leonid Brezhnev y el de la entonces Alemania Oriental Erich Honecker, bajo el título Dios mío, ayúdame a sobrevivir a este amor mortal.

El beso fraternal entre líderes socialistas era un forma de saludo común que pretendía mostrar la fuerte conexión entre los países. Aunque solían ser tres acercamientos alternadamente en las mejillas, llegaba a darse un beso en la boca, como está expresado en el famoso grafiti.

Arte y memoria colectiva es lo que representa la llamada East Side Gallery (Galería del Este). Lamentablemente por el paso del tiempo, reprobables actos vandálicos y la contaminación, algunos murales se han visto visiblemente afectados.

El gobierno de la ciudad ha realizado algunas obras de restauración y conservación. También se han incorporado al proyecto nuevos artistas con propuestas provocadoras e interesantes.

La visita a esta zona con los restos del muro permite, ante todo, reflexionar sobre la historia moderna de Alemania y la expresión de la libertad a través del arte.

 

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