Casi 30 por ciento de las 2 millones 719 mil 942 viviendas particulares habitadas en la Ciudad de México, es decir, 797 mil 724, tienen problemas de grietas o cuarteaduras en techo o muros, señala un informe de la Comisión de Derechos Humanos (CDH).
El documento agrega que otro de los principales daños de tipo estructural es la humedad o filtraciones de agua, que afectan a 881 mil 870 casas, seguidos por pandeos o deformaciones en los marcos de las puertas o ventanas, con 308 mil 484, y levantamiento o hundimiento de pisos con 284 mil 415.
Con base en la más reciente edición de la Encuesta Nacional de Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), un inmueble habitacional puede tener más de una afectación de tipo estructural, en los que también se reportan, en menor medida, fracturas, pandeos o deformación de columnas, vigas y trabes, así como daños en tuberías de agua o drenaje interior.
En su informe temático Derecho a la vivienda de los grupos de atención prioritaria, la comisión destaca que en el censo de población 2020 se contabilizaron poco más de 3 millones de moradas, de las cuales 207 mil 26 estaban deshabitadas, mientras 71 mil 780 eran de uso temporal.
En el caso de las últimas, se refiere especialmente a las que ofrecen plataformas digitales de hospedaje, que tuvieron un incremento de 324 por ciento en comparación con el año 2000, cuando se contabilizaron 22 mil 122.
En lo que se refiere a las desocupadas, el organismo subraya que se ha mantenido en 10 por ciento en los últimos 20 años, lo que equivale a cubrir la demanda habitacional de casi siete años, considerando que en la ciudad surgen anualmente 30 mil 900 nuevos hogares.
El informe agrega también que en ese mismo periodo, la capital del país ha registrado un promedio de 42 mil 500 hogares (matrimonios, divorcios, uniones libres, entre otros) sin acceso a vivienda; a eso se suma que la oferta de ésta se ha concentrado en su mayoría en los segmentos medio, residencial y residencial plus, lo que ha llevado a una migración casi forzada de los hogares con menores ingresos hacia el estado de México o zonas de la capital con suelo de conservación de alto riesgo.
El precio de la vivienda nueva en la Ciudad de México de más de 45 metros cuadrados es superior a un millón 400 mil pesos, lo que la hace inaccesible para la mayoría de las familias debido a su nivel de ingreso y el acceso limitado a fuentes de financiamiento.