Integrantes del Colectivo Verdad, Memoria y Justicia recordaron el quinto año de la desaparición de Diana y Jorge, en Cancún, Quintana Roo, señalaron la incapacidad, la falta de infraestructura y voluntad política del estado mexicano, para localizarlos; una de las afectadas pidió ayuda de la delincuencia organizada para que le informen en qué sitio está su hermano.
Ayer a las 14 horas, decenas de manifestantes se plantaron frente a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado, donde reclamaron a las autoridades de los tres órdenes de gobierno sobre esta problemática.
Romana Rivera, presidenta del colectivo y madre de Diana, señaló que hay “una latente y creciente crisis en Quintana Roo y de la cual han sido omisas las autoridades para prevenir, atender, y eliminar de nuestra realidad social”.
Afirmó que Cancún es conocido como el paraíso, “pero uno que huele a llanto de madres buscadoras, con nulos e insuficientes resultados oficiales para encontrar a nuestro hijos, por falta de infraestructura tecnológica, profesionalismo y voluntad política para atender esta crisis, lejos de tener avances se dejan perder los rastros, indicios, y el tiempo para localizarlos”.
Sostuvo que el crimen organizado sentó sus reales en el norte, sur y centro del estado, para asesinar y desaparecer personas con impunidad, la complicidad de las autoridades, “pero también la apatía de la sociedad callada y temerosa”.
Romana Rivero pidió una tregua al crimen organizado, pues si sus familiares les debían algo con su vida ya lo pagaron, le demandó que de manera anónima, en una cartulina, o en sus redes sociales, le deje la ubicación de los cuerpos de sus hijos para cerrar ese círculo.
Jorge y Diana eran ex novios, desaparecieron el 22 de febrero de 2020, estaban en el bar Imperio, en el centro de Cancún. Ella fue al baño y cuando regresó, vio que se lo llevaban unos sujetos encapuchados, preguntó ¿a dónde lo llevan?”. También se la llevaron.
Previo a la marcha que realizaron por las principales avenidas del centro de la ciudad, Lourdes Irasema relató la desaparición de su hermano en la zona hotelera de Cancún y aunque tenían la ubicación de última conexión, las autoridades se negaron a buscarlo, por tratarse de una zona turística.
Recordó que prácticamente se quedaron solas en su familia, pues otro de sus hermanos se dio a la tarea de buscar a su hermano desaparecido, eso le costó la vida, fue ejecutado en una colonia irregular.
Sostuvo que no hay día en que su madre no llore por su hijo, por lo que pidió a los narcos, con todo respeto, que le digan dónde está su hermano. Aclaró que ella no pertenece a ningún grupo delictivo, pero necesita saber su paradero para apaciguar la pena familiar.
Recriminaron a la gobernadora morenista Mara Lezama y al fiscal, Raciel López Salazar, la opacidad, impunidad y falta de compromiso para su cargo para el que fueron electos.
En Jalisco, a petición de Guerreras Buscadoras de Chapala, 53 familias de personas desaparecidas se reunieron con personal de la fiscalía estatal, para conocer los avances de las carpetas de investigación. También, la Vicefiscalía de Personas Desaparecidas de la fiscalía ofreció apoyo a las familias en el Centro de Acompañamiento Psicosocial ante la Desaparición de Personas, espacio pionero a nivel nacional.