Ciudad de México. Para la protección del jaguar en México, se debe de reestructurar la veda indefinida, vigente desde 1987, con la cual se prohíbe su caza, captura, transporte, posesión y comercio, dado a que autoridades federales han avalado algunas de estas actividades bajo el sustento de la Ley General de Vida Silvestre, cuando en el país hay 4 mil 800 ejemplares, aseguró Daen Morales García, vicepresidente de la organización Biofutura.
Durante el cuarto seminario de Criminología Verde de la UNAM, el abogado ambientalista señaló que la veda, con cobertura nacional, establece para las personas que cometan estos delitos sanciones apegadas a la Ley Federal del Delitos y demás disposiciones legales aplicables, bajo la supervisión de la Dirección General de Conservación ecológica de los Recursos Naturales.
Señaló que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales avala la mencionada ley, que en su artículo 85 establece el aprovechamiento de ejemplares de especies en riesgo, como el jaguar, cuando se dé prioridad a la colecta y captura para actividades de restauración, repoblamiento y reintroducción, lo que permitiría estos actos.
Aseguró que ciertas prácticas se aplicarán, de acuerdo al artículo, cuando los ejemplares sean producto de la reproducción controlada, que a su vez contribuya con el desarrollo de poblaciones en programas, proyectos o acciones avaladas por las autoridades pertinentes. También se hará cuando contribuya con el desarrollo de poblaciones mediante la reproducción controlada.
“Tenemos este conflicto que surge. Sí puede haber aprovechamiento del jaguar, pero qué pasa con la veda. ¿Cumplimos una o la otra? Claro, cuando en nuestro país les preocupa mucho el tema de la conservación, ha quedado obsoleto el tema de la veda”, criticó.
Señaló que la caza furtiva, el coleccionismo, la tenencia por grupos del crimen organizado, la exhibición en parques recreativos privados y la venta de prendas o accesorios son algunos de los problemas que amenazan a la especie, la cual tiene valor de identidad y cultura dentro de la población mexicana.
“No podemos permitir que las personas se puedan tomar una foto con un ejemplar mientras está drogado y sin dientes en un parque recreativo. ¿Qué necesidad?, estamos en el siglo 21, y debemos seguir defendiendo a las especies de esas ideologías. Creo que se puede reestructurar (la veda), porque tenemos los elementos suficientes para hacerlo en la actualidad”, comentó.