El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunció la reapertura de la Zona Arqueológica de Dzibanché, ubicada al sur de Quintana Roo, después de que concluyeron las obras de rehabilitación del sitio prehispánico mediante el Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza).
El complejo precolombino sorprende por su extensión de más de 40 kilómetros cuadrados, la belleza de sus enormes construcciones y el entorno natural donde está asentado.
Se conforma por cuatro complejos de arquitectura monumental estilo Petén, los cuales son Dzibanché o Grupo Principal, Complejo Central o Grupo Lamay, Tutil y Kinichná.
La intervención implementada por el INAH en el marco de las obras del Tren Maya incorporó infraestructura moderna en áreas de servicio público, como son taquillas, sanitarios, estacionamiento, senderos y señalética informativa.
La reapertura de Dzibanché se suma a la de otras zonas arqueológicas en esta entidad, como Kohunlich, Oxtankah, Chacchoben e Ichkabal, en el sur de Quintana Roo, así como El Meco, en el área metropolitana de Cancún.
En su apogeo, durante el Clásico (250-650 d.C.), fue gobernada por la dinastía Kaan o Kaanu’l, de acuerdo con los descifrado en los abundantes textos jeroglíficos plasmados en monumentos, estelas y escaleras.
Como parte de recientes investigaciones en octubre pasado se dio a conocer el hallazgo de tres fachadas con relieves estucados, que hacen referencia al poderío de los Kaanu’l.