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Los ‘narcocárteles’ mexicanos, y algunos más, “ya son elegibles para ser atacados con drones”, publicó Elon Musk en X. Foto Afp
20 de febrero de 2025 08:04
No transcurre día sin que el energúmeno y convicto Donald Trump presione, amenace y chantajee al gobierno mexicano: un día son los migrantes, otro los aranceles, el siguiente la militarización de la frontera, los vuelos espía de la CIA y lo más reciente, que no lo último, la designación de los cárteles de la droga como organizaciones terroristas, lo que le permitiría –según su muy imperial forma de entender el derecho internacional– intervenir militarmente en los asuntos internos de su vecino, socio y amigo.

Lo anterior se adereza con una declaración de otro impresentable, Elon Musk, quien orondo y por medio de su cuenta en X asegura que los narcocárteles mexicanos, y algunos más, ya son elegibles para ser atacados con drones, porque el gobierno estadunidense –concretamente el Departamento de Estado– ya los declaró terroristas, ergo, son objetivos militares. Y ello son el de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, Unidos, Noreste, del Golfo y Nueva Familia Michoacana, más el venezolano Tren de Aragua y el Mara Salvatrucha-13, cuyos orígenes se remontan a la ciudad de Los Ángeles.

La Jornada (Reuters y Emilio Olivares) lo reseñó así: el Departamento de Estado anunció la designación de seis cárteles mexicanos de la droga como organizaciones terroristas trasnacionales, y dijo que esos grupos representan un riesgo para la seguridad nacional, la política exterior y los intereses económicos de Estados Unidos. Donald Trump emitió un decreto después de asumir el cargo el 20 de enero que pedía a los funcionarios evaluar si algún cártel criminal o pandilla trasnacional debería ser designado como grupo terrorista. Durante la presidencia de Trump de 2017 a 2021, consideró tales designaciones, pero finalmente archivó los planes. La designación entrará en vigor el jueves (hoy), tras ser publicada en el Registro Federal de Estados Unidos.

El martes pasado, Trump se aventó la puntada de asegurar que tiene una muy buena relación con México, pero después de la flor vino la puñalada: el país está en gran parte controlado por los cárteles de la droga; es algo triste decirlo, y si quisiera ayuda con eso, se la daríamos; México ha permitido que millones de personas entren en nuestro país desde cárceles y prisiones de otras naciones, de todo el mundo, no sólo de Sudamérica ( La Jornada).

Ese fue el preámbulo para que el energúmeno autorizara al Departamento de Estado a proceder como se señala líneas arriba, lo que refuerza su forma de actuar: son otros los causantes de los males en Estados Unidos, porque en ninguna de sus referencias sobre narcotráfico menciona el enorme cuan creciente problema que en esta materia internamente tiene su país, en el que los enervantes (versión Trump) se distribuyen masivamente como por arte de magia. Mucho menos hace referencia a la nación que abastece de armamento pesado a esos mismo cárteles que hoy designa terroristas ni el jugoso negocio que ello significa para la industria de la muerte made in USA, defendida a capa y espada, desde siempre, por el gobierno estadunidense.

También está la historia de los vuelos secretos con drones sobre territorio mexicano para buscar laboratorios de producción de drogas químicas, incluido fentanilo, como parte de una agresiva campaña de Donald Trump contra los cárteles de la droga, informaron el diario The New York Times y la cadena de televisión CNN, que citaron a funcionarios estadunidenses. La CIA no ha sido autorizada a utilizar los drones para llevar a cabo acciones letales, como ataques aéreos, y sólo se limitan a transmitir la información que recaban a funcionarios mexicanos, subrayaron” ( La Jornada).

Sobre esto último, la presidenta Sheinbaum dijo ayer: “vamos por partes; estos vuelos son parte de coordinación que se hace desde hace muchos años entre los gobiernos de Estados Unidos y México. Todas las veces es bajo petición del gobierno de México, de colaboración de información, para poder atender condiciones de seguridad establecidas principalmente entre las fuerzas armadas de México y distintas instituciones de Estados Unidos. Entonces, no hay nada ilegal; se comparte la información, siempre en el marco de los cuatro principios esenciales de la colaboración bilateral, donde un elemento principal es el respeto a nuestra soberanía. Ahora, la pregunta es: ¿por qué sale la nota en el New York Times? ¿Qué quieren promover con esa nota?”

Las rebanadas del pastel

Papelón de la directiva de Morena en el caso del impresentable Miguel Ángel Yunes Márquez. Tampoco es para sorprenderse, porque Luisa María Alcalde está al frente del partido, con lo que ello implica.

Twitter: @cafevega

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