limpiadosotros expedientes igualmente impresentables, como los de Alejandro Murat y Cynthia López Castro), sino las muy significativas formas de operación (Adán Augusto como el gran capo legislativo, pastor de ovejas
opositorasdescarriadas que canjean sus votos por beneficios actuales o futuros) y la arrogante convicción de que la sobrada maquinaria morenista puede impunemente traicionar sus postulados doctrinales y rehabilitar con la marca 4T a piezas que son nítida y firmemente contrarias a la esencia de tal movimiento.
A Yunes Márquez se le paga por la traición, por el oportunismo negociado que en horas le hizo pasar del panismo a la 4T para aprobar una votación legislativa clave. Se le ha dado, a él y a su padre, con quien comparte expedientes sucios, trato privilegiado, casi festivo, y se le ha hecho presidente de la importante Comisión de Hacienda del Senado. Ayer mismo, la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, pidió a la hipotética comisión de honestidad y justicia de Morena que no acredite la membresía de Yunes y aseguró que entregará una carpeta azul
con constancias de que el neomorenista está involucrado en lavado de dinero. La dirigente de Morena, Luisa María Alcalde, respondió que tal comisión resolverá lo que corresponda.
Similar hipocresía y oportunismo se da en el caso de Alejandro Murat, a quien Morena ha eximido de responsabilidad en el conjunto de irregularidades graves cometidas en administraciones anteriores del Infonavit, como si el ex gobernador de Oaxaca (donde también dejó un denso historial), a su paso por ese instituto en la administración de Peña Nieto, hubiera sido una excepción en cuanto a honestidad y transparencia.
Cynthia López Castro, otra ex priísta reclutada también por Adán Augusto en el contexto de las firmas o, en el caso, las negociadas ausencias a la hora del voto para aprobar la reforma judicial, despotricaba hasta hace poco contra el presidente López Obrador y sus hijos, y ahora apareció ya con su credencial de morenista y posando con uno de tales hijos, el que ejerce la expansiva y cada vez más dominante cartera de secretario de organización.
Mención aparte merece la restauración impúdica del corporativismo característico de la etapa de hegemonía priísta, cuando los líderes sindicales prometían millones de votos y afiliaciones al partido en el poder (en cuantías que siempre quedaban terriblemente lejos de la realidad). Alfonso Cepeda Salas es el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), a quien Morena llevó al Senado por la cómoda vía de la representación proporcional y ayer, en la fiesta del pragmatismo morenista, anunció su compromiso de afiliar a Morena a millón y medio de los 2.5 millones de maestros del país, lo que llegaría en total a más de 5 millones de personas, si se toma en cuenta a las familias de los mentores
(https://goo.su/ipEsoi).
El mismo Andrés Manuel López Beltrán ha aparecido personalmente en estados bajo mando guinda para subrayar la reafiliación de los gobernadores. Ha llamado la atención el caso del de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, a quien los secretarios de Seguridad Pública, Omar García Harfuch, y de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla, no visitaron en estos días en que estuvieron en esa entidad en busca a marchas forzadas de dar la impresión a Donald Trump de que se está actuando contra el crimen organizado.
Trump, sin embargo, ayer mismo dijo desde Florida que México está en gran parte controlado por los cárteles
de la droga, lo cual es algo triste decirlo, y si quisiera ayuda con eso, se la daríamos
. Reiteró la acusación de que México ha dejado pasar a Estados Unidos una enorme cantidad
de migrantes sin regularización. ¡Hasta mañana!
Facebook: Julio Astillero