Francisca Viveros Barradas, Paquita la del Barrio, quien trabajó incansablemente y dio la batalla a varias enfermedades, falleció ayer a los 77 años.
De pocas palabras, siempre afirmó que ganó más aplausos que dinero, e”l dinero no sé ni por dónde lo tiré”, y, enfática, rechazaba ser ícono del feminismo.
El deceso, en su casa en Veracruz, fue confirmado en su cuenta oficial de Instagram a través de un comunicado. “Pedimos de la manera más respetuosa a todos los medios de comunicación y a la opinión pública que nos brinden espacio y comprensión para que su familia pueda vivir su duelo en privacidad y paz”, se lee.
Con un breve destello de gozo, cuando se le preguntaba cuál de las definiciones con las que se referían a ella le gustaba más, si la reina del pueblo, la guerrillera del bolero, defensora de las mujeres o simplemente Paquita la del Barrio, respondía: “Ahí que me digan como quieran, yo no sé”.
La reconocida y querida cantante, con más de cinco de décadas de trayectoria, nacida en Alto Lucero, Veracruz, el 2 de abril de 1947, hizo célebres frases como Me estás oyendo, inútil?!, así como temas puntillosos contra el género masculino, como Rata de dos patas, Tres veces te engañé y Cheque en blanco, convirtiéndose en gran inspiración y símbolo para las mujeres en su empoderamiento y resistencia frente a la cultura machista.
En febrero de 2024, la intérprete dijo en entrevista con La Jornada: “aunque lo digan todos los demás, no soy un ícono” feminista.
“Al principio de mi carrera me sentí encasillada con esta imagen, pero si se da usted cuenta, las mujeres ya no son las mismas desde que escuchan a esta servidora, pues agarran las canciones para defenderse, pero no para otra cosa.
“Sí he abierto los ojos de las mujeres con mis canciones, pero no lo digo porque no me gusta, pero a ustedes (los periodistas) no tengo nada que ocultarles. Si ellas agarran las canciones para defenderse, ¡qué bueno, que sirvan para algo!, y así olvidar penas, tristezas, y que no nos apantallen”.
Paquita, frente a frente, era menos elocuente que cuando resplandecía en el escenario al lanzar en sus conciertos esas frases que tanto disfrutaba su público femenino y uno que otro caballero. Desde su sillón, colocado en años recientes sobre el escenario, cantaba y lanzaba sus palabras para hacer catarsis y divertir a los asistentes a esos multitudinarios jolgorios, acompañada por mariachi y banda.
Paquita la del Barrio sabía que era querida por el pueblo de México, por sus seguidores y por los medios de comunicación y afirmaba que deseaba ser recordada “con amor, con eso es todo, como hasta ahorita”.
Las muestras de cariño que vivía en los conciertos “son hermosas y agradezco a las personas que cantan conmigo, gritan y me acompañan, es muy hermoso”.
De sus satisfacciones y obstáculos en su prolífica trayectoria, contó: “Desde el año 70 que llegué a la ciudad, de todo he tenido, un chorro”.
La Casa Paquita en la colonia Guerrero, que fue su bar y donde se presentaba para delicia de los asistentes, lo cerró la cantante desde hace varios años.
Para Francisca Viveros, la familia significaba mucho en la vida: Sin familia no es usted nada y con ella uno da gracias a Dios de que estamos aquí, pero nos toca a los vivos jalar riendas. No se dejen de los chamacos, pero trátenlos bien. Si uno come frijoles, ellos también.
Paquita, junto con su hermana Viola, formaron el dueto Las Golondrinas a principios de los 70.
Uno de sus asuntos más polémicos fue cuando la intérprete se postuló para diputada con Movimiento Ciudadano y dicha candidatura causó revuelo en 2021.
Su música fue banda sonora de diversas producciones en cine y televisión; además de que fue lanzada una serie sobre su vida y tuvo 40 producciones discográficas con música ranchera, banda y norteña. Compartió talento con figuras como Juan Gabriel, Vicente Fernández, Ana Bárbara, La Sonora Santanera, Yuri y Río Roma, entre otros artistas.
Paquita la del Barrio demostró su fortaleza y dio batalla a diversos padecimientos que se fueron agravando, sus manos temblaban y se deprimía por no poder caminar. Incluso había anunciado su retiro hace más de un año de los palenques, si bien aseguraba: “me siento bien, de todo el cuerpo bien, sólo me duele la cadera al caminar, pero eso va a pasar”. Lo único que Paquita la del Barrio deseaba “era trabajar y caminar, es lo único que pido a Dios, que ya me dio mucho”.
Francisca Viveros decía que “hubo épocas donde el hombre se sentía muy fregón, pero ahora les estamos dando clases”, y lanzaba frases que aludían a sus canciones: “¿No que no tronabas, pistolita?”, “¿Me estás oyendo, inútil?, “Me saludas a la tuya” y “Bueno para nada, pa’ puras vergüenzas”, entre otras cargadas de ironía que se entretejían con sus rolas de amor y en contra de ellos.
Mi vecinita, Tu última parada, Hombres malvados, Taco placero, Las mujeres mandan, Mi razón, Me saludas a la tuya, Las rodilleras, Piérdeme el respeto, Que me perdone tu perro, Viejo rabo verde y No te pases de vivo son otros de los emblemáticos temas del gran repertorio de la llamada Reina del pueblo. Muchas de las canciones que hizo famosas son autoría de Norberto Eduardo Toscano, quien ha sido considerado el compositor de cabecera de la cantante, con más de 60 temas.
La cantante que dio vio voz a las mujeres y cantó al despecho tendrá un funeral privado, luego será incinerada y sus restos trasladados a la Ciudad de México, donde recibirá, según difundió su manager, un homenaje póstumo en Casa Paquita, así como en el Auditorio Nacional el 16 de marzo, última fecha que reprogramó, en la que iba a presentarse con la Sonora Santanera y María Fernanda.