Las nuevas políticas antimigratorias de la administración de Donald Trump han obligado a millones de migrantes a cambiar su vida cotidiana en Estados Unidos.
Han sido cuatro semanas de miedo y de mantener un perfil bajo
(incluso algunos intentan no salir a las calles) para evitar las redadas de los elementos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés).
Personas que participan en organizaciones que defienden los derechos de este sector en diversos puntos del territorio estadunidense detallaron a este diario que entre muchos migrantes con situación irregular viven con pánico, particularmente niños y jóvenes que piensan que sus padres pueden ser deportados en cualquier momento.
Señalaron que los agentes del ICE se han valido de tácticas de detención abusivas
y violatorias de los derechos humanos:
Actúan vestidos de civil y sin identificarse –como sucedió hace unos días en la taquería Taconganas, en Tennessee–, interrogan a los detenidos sin la presencia de un abogado, ingresan a restaurantes y otros espacios públicos, capturan a personas cerca de las cortes de migración y los buscan en barrios donde hay gran población hispana, entre otras formas.
Si bien, dijeron, el gobierno del magnate intenta promover una narrativa de que los arrestos son de personas con antecedentes criminales, han usado eso de excusa para ampliar las aprehensiones de quienes se sospecha
son migrantes tan sólo por su tono de piel o porque no hablan inglés.
Dulce Guzmán, directora ejecutiva de Alianza Américas, cuya sede está en Chicago, aseveró que los agentes de ICE están usando estas prácticas por la presión que el gobierno de Trump les está imponiendo para alcanzar ciertas cifras de deportación
.
Se intenta fomentar que se está buscando a quienes tienen antecedentes criminales, pero sabemos que la mayoría de quienes han arrestado no están en esa situación, no han cometido delitos ni tienen incidentes en el pasado con la policía o las entidades legales
.
Sin embargo, las autoridades están usando tácticas para violar los derechos de las personas. Estamos viendo que no se están presentando como agentes de ICE, aunque deben hacerlo, y están forzando a las personas a que abran la puerta de sus viviendas, porque así pueden entrar
.
América Carbajal, de Fuerza Comunitaria en Acción, en Denver, afirmó que entre la comunidad migrante hispana hay mucho miedo
, pues los elementos del ICE no han respetado las leyes para hacer detenciones. La gente, incluso, no está saliendo a la calle, sólo van al trabajo y de regreso a casa; los jóvenes prefieren no ir a la escuela. La comunidad ha dejado de hacer una vida normal y ha empezado a mostrar ese perfil bajo
, apunta.
Un elemento que esa organización ha detectado es miedo entre los más jóvenes, pues saben que si deportan a sus madres o padres quedarían a la deriva.
Incluso, destacó, una mujer –cuya identidad prefiere guardar– recientemente le entregó una carta para que, en caso de ser deportada, su esposo u otra persona tengan un poder para recoger a sus hijos de la escuela. Son miles en esa situación
, asegura.
Uso en contra
En tanto, Abel Núñez, director ejecutivo del Centro de Recursos para Centroamericanos, con sede en Washington, expuso que los efectivos del ICE siguen buscando a quienes tienen orden de deportación, pero a diferencia del gobierno anterior, ahora también se llevan a quienes no pueden comprobar una situación migratoria regular.
Cualquier información que uno aporte a los oficiales puede ser usada en contra. Por ejemplo, si les preguntan de qué país son y los migrantes responden, ya le están diciendo que son extranjeros; eso le da más habilidad a la policía de migración para buscar si de verdad están aquí regularmente. ¿Por qué? Tener piel café, no hablar inglés o hablarlo con acento no son elementos suficientes para afirmar que uno es migrante.
En estos casos, aconsejó, lo que se debe decir es: En este momento no voy a contestar su pregunta, estoy apegando a mi derecho de no incriminar
.
A su vez, María Elena Valdivia, de la Alianza de Migrantes y Minorías, con sede en Florida, indicó que el ICE está ingresando a vecindarios donde sabe que viven migrantes.
Si bien hasta ahora no se han dado redadas en escuelas, subrayó que en los colegios de Florida sí nos están diciendo que no pueden hacer nada y si llega migración, tendrán que darles acceso a nuestros hijos
.
Los activistas recomendaron que la gente esté preparada e informada, conocer la ley, tener redes de apoyo y no responder preguntas sin el apoyo de un abogado para que quienes se encuentren en una situación de riesgo puedan defenderse en un debido proceso, como marca la Constitución estadunidense.