Londres. Reino Unido publicó el domingo una importante consulta para su industria siderúrgica, semanas antes de lo previsto debido al anuncio del presidente Donald Trump de imponer nuevos aranceles a todas las importaciones de acero a Estados Unidos.
El “Plan para el acero” analizará los problemas a los que se enfrenta la industria británica, como los elevados costos energéticos y las “prácticas comerciales desleales” de otros países, indicó el Departamento de Comercio y Empresa en un comunicado.
El gobierno laborista ya había dicho que quería invertir dos mil 500 millones de libras (tres mil 150 millones de dólares) en la industria siderúrgica y que publicaría una estrategia sobre sus planes para impulsar el sector.
El plan en cuestión contempla, en primer lugar, ampliar la producción de acero a nivel estatal para impulsar la construcción, la manufactura y el crecimiento del país, así como para asegurar los puestos de trabajo del sector.
Asimismo, pretende mejorar las instalaciones de fabricación de acero y procesamiento de chatarra y “fomentar el uso intensivo de acero fabricado en Reino Unido en proyectos públicos”. Todo ello a fin de “proteger al sector siderúrgico de prácticas comerciales desleales en el extranjero”.
“La industria siderúrgica británica tiene un futuro a largo plazo bajo este gobierno. Lo dijimos durante las elecciones y lo estamos cumpliendo ahora”, señaló en el comunicado el Secretario de Comercio y Empresa, Jonathan Reynolds.
La semana pasada, Reynolds dijo que Reino Unido intentaría persuadir al gobierno de Estados Unidos de que sus productos de acero y aluminio deberían evitar los aranceles debido al papel sensible que desempeñan en el sector de defensa estadunidense y sus cadenas de suministro de fabricación.
El domingo Reynolds declaró a las emisoras que había estado construyendo relaciones con funcionarios del gobierno de Trump, quienes, según él, veían a Reino Unido bajo una “luz diferente” a la de otros países que han sido blanco de aranceles.