Antón Lizardo, Ver. El tiempo libre y el descanso para los cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar (HENM) sólo son posibles los fines de semana. Provenientes de diferentes estados de la República y de diversos niveles socioeconómicos, los estudiantes comienzan el día antes de las 5 horas y hasta las 22 horas, entre clases académicas, pases de lista, deportes, guardias e instrucción militar.
Pertenecer a la HENM es más que estudiar una carrera, es un proyecto de vida, afirmó el vicealmirante Félix de Jesús Martínez Tiburcio, director de la institución.
Destacó que los estudiantes están en calidad de internos, tienen una beca completa, alimentación, hospedaje, una prima para actividades recreativas, uniformes, seguro médico, libros y un trabajo al egresar. Queremos formar a los mejores oficiales que serán los comandantes de las unidades en mar, tierra y aire
, sostuvo.
En un recorrido a medios, organizado por la Secretaría de Marina Armada de México (Semar), diversos cadetes señalaron el orgullo de pertenecer a la HENM. Reconocieron que implica un gran esfuerzo estar lejos de su familia, estudiar arduamente, ser buen deportista y comportarse al nivel para que sus acciones hablen por ellos.
El cadete de primera de quinto año del cuerpo general Brandon Tomeo Santiago, originario de Veracruz, donde se encuentra la escuela, señaló que en su estado los cadetes son ejemplo a seguir, siempre quiso formar parte de las fuerzas armadas y está orgulloso de lograrlo.
Para el guerrerense, cadete de quinto año del cuerpo general Kalim David Espinoza Fierro, estar en la carrera ingeniería en sistemas navales es para lograr un proyecto de vida más grande. Desde pequeño aprendió el compromiso y responsabilidad inculcado por sus padres, ambos docentes.
Explicó que la instrucción militar es muy importante para formar el caracter y espíritu del cuerpo. Con ello se logran hacer los movimientos con gallardía, elegancia y tener soporte. No sólo sirve para saber marchar en los desfiles, dijo, sino que involucra un esfuerzo constante para mejorar la postura y la presencia.
En tanto, la cadete Analí Trujillo Armenta, de Sinaloa, describió que desde pequeña le gustaba mandar y su deseo era navegar, por lo cual encontró apoyo de sus padres para estudiar en la HENM, es la primera en su familia en estar en las fuerzas armadas. Como mujer es muy satisfactorio formar parte de la Marina
.
Caso distinto al de la cadete de primera de quinto año de cuerpo general, Ana Luisa Cisneros Cardenas, quien desde pequeña estuvo familiarizada con la Semar porque su padre pertenece a las fuerzas armadas y egresó de la HENM. Describió que cuando era niña no había muchas mujeres, pero ahora somos más y me gusta mucho
.
Si bien sólo 28 por ciento de la matrícula escolar es personal femenino (337 de mil 172 cadetes), ““desde que se permitió el ingreso de alumnas a esta escuela en 2008, por primera vez hay una escolta conformadas por mujeres.
La escolta pertenece al continente de proa, grupo selecto de cadetes que participan en los servicios y los desfiles, van hasta enfrente y portan los estandartes de brigadas. Sólo los cadetes altamente calificados académicamente, con buena conducta y destacados en su disciplina deportiva, están en este grupo.
Excelencia y valentía no son cuestión de género
Para la cadete Monroy Robles, integrante de la escolta, este hecho representa más que un cambio, es el resultado de todo un esfuerzo de las generaciones que están en la escuela desde hace 16 años, demostrando así que la excelencia y la valentía no son cuestión de género
.
La disciplina sigue siendo un ejemplo rector en la academia. Bajo los valores de honor, deber, patriotismo y lealtad, espíritu de cuerpo, don de mando y liderazgo, se exige a los cadetes un comportamiento con la finalidad de que aprendan a enseñar, enseñen con el ejemplo, hablen con sus acciones y honren con su actuar su alma mater
.
Uno de los capitanes de navío del cuerpo general indicó que la disciplina se forja con la constancia. Si bien, el no cumplir con los estándares requeridos, uno de ellos es no pasar una materia, conlleva a los cadetes a tener sanciones, también existen estímulos para que se comprometan en más actividades.
Puso como ejemplo a los cadetes que participan en la brigada de banda de guerra, pues el tener que levantarse más temprano que el resto de los compañeros amerita a que les den un día franco extra.
Para los cadetes, desde las 5 de la mañana comienza el día, deben asearse y dejar el dormitorio limpio, desayunan y toman la primera clase a las 7 en punto. Poco antes de las 8 salen al izamiento de bandera y continúan con las clases académicas.
Después de la comida, siguen las actividades deportivas y la instrucción militar hasta las 21 horas, tiempo para hacer tarea o lavar sus uniformes.