Ciudad de México. Mercedes-Benz anunció la venta del W196 R Stromlinienwagen de 1954 mediante una subasta organizada por RM Sotheby's, después de la cual se convirtió en el segundo auto más valioso de la historia al recaudar 53 millones 917 mil 370 dólares.
Esta operación fue realizada por iniciativa del Indianápolis Motor Speedway Museum para beneficiar sus esfuerzos de colección y restauración.
El vehículo estuvo en poder del museo desde 1965, cuando fue donado por Daimler-Benz AG y fue hasta ahora que se puso a disposición del mejor postor. La venta del W 196 R se efectuó el 1 de febrero, en la misma sala en la que fue vendido el Mercedes-Benz 300 SLR “Uhlenhaut Coupé” en 2022 por 135 millones de euros, asunto que lo convirtió en el auto más valioso que jamás se haya subastado.
También conocidos como Silver Arrows, estos autos son muy deseados por los coleccionistas, ya que dominaron las carreras de Grand Prix antes y después de la Segunda Guerra Mundial. Son catalogados como joyas, debido a su tecnología, que en su momento era la más avanzada, así como por la velocidad tan impresionante que alcanzaban.
“Este W 196 R original ha cambiado de manos y felicito al afortunado comprador. Muy pocos Mercedes-Benz Silver Arrows son de propiedad privada. Hoy, el martillo cayó en 53 millones 917 mil 370 dólares, haciéndolo el auto de carreras de Grand Prix más valioso del mundo. Nuestros Silver Arrows están entre los autos más icónicos y deseados. Son las verdaderas estrellas brillantes en el firmamento de la historia del automovilismo”, dijo el CEO de Mercedes-Benz Heritage GmbH, Marcus Breitschwerdt.
El W 196 R fue desarrollado bajo las regulaciones de motores de hasta 2.5 litros de cilindrada, instauradas en 1954. Como un extra que hace a estos bólidos una pieza de la historia única, es que fueron pilotados por leyendas del automovilismo como Juan Manuel Fangio y Stirling Moss.
“El Indianapolis Motor Speedway Museum se ha sentido honrado de cuidar y compartir el W 196 R dentro de nuestro museo. La suma alcanzada es una contribución para aumentar nuestro fondo patrimonial y sostenibilidad a largo plazo, así como para la restauración y expansión de nuestra colección”, comentó el presidente del Museo del Indianápolis Motor Speedway, Joe Hale.