Durante el primer mandato de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, el impulso eléctrico de sus proclamaciones desgastó a un ritmo vertiginoso su relación con la NFL. En un mitin celebrado en Lakeland, Forida, en octubre de 2016, restó importancia a la gravedad de las conmociones cerebrales en el futbol americano. Sugirió después que la liga estaba en decadencia, porque no era tan violenta como antes; y, casi al año siguiente, instó a los propietarios de los equipos a despedir a aquellos jugadores que no se pusieran de pie durante la ceremonia del himno nacional, en lo que fue un acto de protesta contra la injusticia racial y la brutalidad policial.
Todo eso cambió en cuestión de tiempo. Este domingo, en el gran Superdome en Nueva Orleans, Trump se convirtió en el primer presidente estadunidense en funciones que asiste a un Supertazón. Es el invitado especial de Gayle Benson, propietaria de Santos, principal equipo de la ciudad.
En un comunicado emitido desde la Casa Blanca antes de ingresar al terreno de juego, el magnate deseó que “gane el mejor” entre los finalistas Águilas de Filadelfia y Jefes de Kansas City. “Esperamos un partido fantástico y la coronación de los campeones”, escribió con la confirmación de que su esposa Melania lo acompañará en uno de los palcos exclusivos del inmueble.
“Los entrenadores, jugadores y personal de los equipos en el campo esta noche representan lo mejor de lo mejor en el futbol americano profesional, pero también encarnan lo mejor del sueño americano. Su arduo trabajo, dedicación y tenacidad son admirables. Sus recorridos individuales son tan inspiradores como el impulso y la determinación que los han llevado a este momento extraordinario”, destacó.
Trump se reunió con algunas de las víctimas y familiares de los fallecidos en el atentado ocurrido durante la madrugada de Año Nuevo en el centro de Nueva Orleans. “Recordamos que 14 familias extrañarán a un ser querido que fue asesinado trágicamente durante un ataque terrorista sin sentido mientras celebraban el Año Nuevo en Bourbon Street”, rememoró. “Nuestros pensamientos también están con las 35 personas heridas durante el ataque, cuyas vidas cambiaron para siempre esa fatídica noche”.