Hoy es un día especial para cualquiera que encienda sus pasiones con la NFL. No sólo en Estados Unidos, donde esta competencia deportiva tiene alcances de identidad nacional, sino en México –el segundo mercado más importante para la liga– en el que se calcula existe una masa de 50 millones de aficionados que mueven unos 50 mil millones de pesos en la economía nacional en este día, algo que sólo sucede en fechas especiales como el Día de las Madres. Es el domingo de Supertazón, pero no es uno más que se suma a la lista anual más o menos emocionante. Esta edición LIX es también un umbral en el que puede registrarse una hazaña que será citada en los libros especializados del futuro. Los Jefes de Kansas, con el espectacular mariscal de campo Patrick Mahomes y el cerebro del equipo Andy Reid, pueden coronarse por tercer año consecutivo, un polo ignoto donde nadie ha puesto un pie hasta la fecha.
No hay que olvidar que el reverso de la gloria también es el fracaso y que éste también puede ser épico. Basta recordar que en la carrera por la conquista de los cascos polares a principio del siglo XX, el noruego Roald Amundsen vivió atormentado por la supuesta conquista del Polo Norte en 1908 por el adversario, el estadunidense Frederick Cook, una supuesta hazaña que después se demostró que se trató de un fraude. Así, el destino de Kansas puede ser el sueño o la pesadilla.
Los encargados de permitir semejante honor o desdicha, según el resultado, serán las Águilas de Filadelfia, que también tienen la oportunidad de paladear una revancha con sólo dos años de retraso, un plato todavía humeante, tras la derrota que sufrieron ante ese mismo rival en 2023.
Y aún más, el marco de este Superdomingo será también inédito por diversas razones. La final se juega en Nueva Orleans, una ciudad en la que hace poco más de un mes sufrió un atentado que dejó 14 muertos y decenas de heridos durante las celebraciones del Año Nuevo. En consecuencia, el despliegue de seguridad es titánico: miles de agentes, incluso francotiradores, fuerzas especiales, tecnología de rayos X e inteligencia artificial estarán atentos a cualquier anomalía. La célebre calle Bourbon, escenario tradicional como ninguno de la vida nocturna, fue donde hace poco más de un mes ocurrió el ataque en el que un conductor atropelló a la muchedumbre que celebraba la entrada de este 2025. Esa zona fue blindada, según los reportes de las autoridades locales, nacionales y de la NFL. Habrá controles y revisiones, sin embargo, como una asombrosa paradoja, los ciudadanos pueden portar armas de fuego, incluso sin permiso, pues las leyes estatales lo garantizan como un derecho. Flota el amargo recuerdo de hace un año, justo de la celebración del segundo campeonato de los Jefes de Kansas, cuando durante el desfile en su ciudad se registró un tiroteo entre civiles que dejó una persona muerta y decenas de heridas.
Asistirá Donald Trump
Y por si hiciera falta, por primera vez un presidente de ese país estará en la final, Donald Trump, el mismo que atacó a la NFL por las protestas de 2016 cuando los jugadores se manifestaron contra la brutalidad policiaca y el racismo en su país.
Mientras tanto, los Jefes de Kansas no dan nada por sentado. Aunque hacer historia resulta seductor, no descuidan detalles y ayer simularon el partido en el Superdome un día antes del juego decisivo de esta tarde.
Los Jefes vistieron los uniformes y pusieron en escena un posible duelo ante los rivales. Fue revisar el plan de juego y perfeccionarlo
, dijo el entrenador Andy Reid, quien además agradeció el resguardo de seguridad que les brindaron.
Andy Reid (izquierda) enfrentará a la mejor defensiva de la liga, comandada por Nick Sirianni. Foto The Kansas City Chiefs y Philadelphia Eagles
No es un simple protocolo, no todo queda en la respuesta orgánica de los mariscales como Patrick Mahomes (Kansas) y Jalen Hurts (Filadelfia), quienes ya han atrapado la atención desde que se definió este partido. Tampoco en el talento descomunal de Saquon Barkley, galardonado como el Jugador Ofensivo del Año de la NFL de la AP después de correr más de 2 mil yardas en la temporada regular, la octava mejor marca en la historia de la NFL.
Todo comienza con los entrenadores y coordinadores, quienes pondrán a prueba su arsenal de estrategias. Los Jefes se mantuvieron en la mitad de la tabla en ofensiva esta temporada, ocupando el puesto 16 en yardas totales. Pero Reid ha sido un genio ofensivo durante tres décadas y Mahomes siempre es capaz de hacer magia, especialmente en un escenario grande.
Ahora enfrentarán al entrenador Nick Sirianni y a Vic Fangio, coordinador de Filadelfia, quien heredó una de las peores unidades de la liga y la convirtió en la defensiva número uno de la NFL en su primera temporada con Las Águilas.
Filadelfia tuvo la segunda mejor ofensiva por tierra gracias a la histórica temporada de Barkley. Hurts cuenta con AJ Brown y DeVonta Smith, por lo que el ataque aéreo es potente a pesar de terminar en el puesto 29.
La clave del éxito ofensivo de Filadelfia es contar con una de las mejores líneas en la NFL liderada por los tackles Lane Johnson y Jordan Mailata.
Imposible no pensar en el factor Mahomes, un maestro en hacer jugadas y encontrar formas de ganar juegos, especialmente los cerrados. A pesar de esto, tuvo números por debajo de sus estándares: 3.928 yardas, 26 anotaciones, 11 intercepciones y una calificación de 93.5.
Mahomes estuvo bajo constante presión en su única derrota en el Supertazón ante Tampa Bay hace cuatro años. Las Águilas tienen que hacerlo sentir incómodo para tener una oportunidad.
Así, esta tarde habrá boletos disponibles para habitar la gloria o el infierno.