Washington. El presidente estadunidense Donald Trump dijo el jueves que desea erradicar el “sesgo anticristiano” en Estados Unidos y anunció que formaría un grupo de trabajo encabezado por la secretaria de Justicia, Pam Bondi, para investigar los “ataques” contra cristianos.
En un par de eventos en Washington en torno al Desayuno de Oración Nacional, Trump dijo que el grupo de trabajo tendría como objetivo “detener inmediatamente todas las formas de ataque y discriminación anticristiana en el gobierno federal, incluido el departamento de justicia, que fue absolutamente terrible, el IRS, el FBI —terrible— y otras agencias”, señaló, refiriéndose, por sus siglas en inglés, al Servicio Interno de Impuestos y al Buró Federal de Investigaciones.
Trump dijo que Bondi también “perseguiría plenamente la violencia y el vandalismo anticristianos en nuestra sociedad y movería cielo y tierra para defender los derechos de los cristianos y de los creyentes religiosos de todo el país”.
Los comentarios del presidente se produjeron después de su participación en el Desayuno de Oración Nacional en el Capitolio, una tradición de más de 70 años en Washington en la que un grupo bipartidista de legisladores se reúne para convivir, y dijo a legisladores que su relación con la religión había “cambiado” tras un par de fallidos intentos de asesinato el año pasado, y exhortó a los estadounidenses a “traer de vuelta a Dios” a sus vidas.
Sin embargo, una hora después de llamar a la “unidad” en el Capitolio, Trump asumió un tono más partidista en el segundo evento, realizado al otro lado de la ciudad, cuando anunció que, además del grupo de trabajo, formaría una comisión sobre libertad religiosa, y criticó al gobierno de Biden por “perseguir” a los creyentes al procesar a activistas antiaborto.
También mencionó triunfalmente las medidas tomadas en los primeros días de su gobierno para dar marcha atrás a los programas de diversidad, igualdad e inclusión, y limitar la participación de mujeres transgénero en los deportes femeninos.
“No sé si han estado observando, pero nos hemos librado de lo woke en las últimas dos semanas”, señaló. “Lo woke se ha ido”, dijo, refiriéndose a la aplicación de medidas progresistas.
El nuevo grupo de trabajo de Trump provocó críticas por parte de la Asociación de Estadunidenses Unidos por la Separación entre la Iglesia y el Estado. La presidenta y CEO de la organización, Rachel Laser, dijo que “en lugar de proteger las creencias religiosas, este grupo de trabajo hará un mal uso de la libertad religiosa para justificar la intolerancia, la discriminación, y la subversión de nuestras leyes de derechos civiles”.
Trump dijo en el Capitolio que piensa que las personas “no pueden ser felices sin religión, sin esa creencia. Traigamos de vuelta a la religión. Traigamos de vuelta a Dios a nuestras vidas”.
En 2023, el Desayuno de Oración Nacional se dividió en dos eventos rivales, el del Capitolio, al que asistieron principalmente legisladores y funcionarios gubernamentales, y un evento privado más grande para miles de personas en el salón de baile de un hotel. La separación ocurrió cuando los legisladores buscaron distanciarse del grupo religioso privado que durante décadas había supervisado el evento más grande, debido a cuestionamientos sobre su organización y la forma en que se financiaba.
En ambos eventos, Trump reflexionó sobre el hecho de haber recibido un disparo que estuvo a punto de matarlo en un evento de campaña realizado el año pasado en Butler, Pensilvania, y dijo a legisladores e invitados que “Siento que eso cambió algo en mí”.
“Me siento más fuerte”, continuó diciendo. “Creo en Dios, pero siento, lo siento mucho más fuerte. Algo ocurrió”. Más tarde, en otro desayuno de oración patrocinado por un grupo privado en un hotel, afirmó, “Fue Dios quien me salvó”.
En el evento del Capitolio, provocó risas cuando expresó su gratitud por el hecho de que el episodio “no haya afectado mi cabello”.
El presidente republicano, que es cristiano no denominacional, calificó a la libertad religiosa como “parte de la base de la vida estadunidense” y exhortó a protegerla con “absoluta devoción”.
Trump y su gobierno ya han tenido enfrentamientos con líderes religiosos, como su desacuerdo con el sermón de la reverenda Mariann Budde al día siguiente de su investidura, donde la clériga pidió misericordia para los miembros de la comunidad LGBT+ y los migrantes que se encuentran en Estados Unidos sin autorización.
El vicepresidente JD Vance, de fe católica, ha tenido desacuerdos con líderes estadunidenses de su propia iglesia debido a temas de inmigración. Y a muchos líderes clericales de todo el país les preocupa que se retire a las iglesias de la lista de áreas sensibles, lo que permite que agentes federales realicen acciones relacionadas con la inmigración en lugares de culto.
El presidente republicano causó revuelo en el último desayuno de oración de su primer mandato. Aquel año, la reunión se realizó un día después de que el Senado lo absolviera en su primer juicio de destitución.
En sus comentarios de entonces, Trump lanzó indirectas poco sutiles contra Nancy Pelosi, la entonces presidenta de la Cámara de Representantes por el partido Demócrata, quien dijo públicamente que rezaba por Trump, y contra el senador de Utah, Mitt Romney, que mencionó su fe como un factor en su decisión de votar para condenar a Trump.
“No me gustan las personas que usan su fe como justificación para hacer lo que saben que está mal”, dijo Trump en ese momento en su extenso discurso, en el que también mostró dos periódicos con titulares destacados sobre su absolución. “Tampoco me gustan las personas que dicen, ‘Rezo por ti’, cuando saben que no es así.”
Dwight D. Eisenhower fue el primer presidente en asistir al desayuno de oración, en febrero de 1953, y desde entonces, todos los presidentes han hablado en la reunión.
La senadora demócrata Maggie Hassan, de Nueva Hampshire, y el senador republicano Roger Marshall, de Kansas, son los copresidentes honorarios del desayuno de oración de este año.
En 2023 y 2024, el presidente demócrata Joe Biden habló en el evento del Capitolio, y sus comentarios se transmitieron en vivo al otro encuentro.