Londres. El Banco de Inglaterra (BoE) bajó el jueves los tipos de interés en un cuarto de punto porcentual a 4.5 por ciento, al considerar que la pronunciada corrección al alza de sus previsiones de inflación para este año será temporal.
El recorte coincidió con las expectativas de los economistas según un sondeo de Reuters, pero no con los dos votos discrepantes de Catherine Mann y Swati Dhingra, miembros externos, a favor de un recorte mayor de los tipos, hasta 4.25 por ciento.
El gobernador del Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés), Andrew Bailey, afirmó que el banco “seguirá muy de cerca la economía británica y la evolución mundial y adoptará un enfoque gradual y prudente para seguir reduciendo los tipos”, lo que supone un cambio respecto al lenguaje empleado en diciembre, cuando sólo habló de un planteamiento “gradual”.
La economía británica apenas ha crecido desde mediados de 2020, lastrada por las preocupaciones sobre la subida de impuestos a los empresarios aplicada por la ministra de Economía, Rachel Reeves, el riesgo de una guerra comercial mundial liderada por el presidente estadunidense, Donald Trump, y el aumento de los costos. El BoE advirtió que la economía probablemente se contrajo 0.1 por ciento en el cuarto trimestre.
El recorte de tipos del jueves es sólo el tercero desde que el BoE comenzó a bajar los costos de endeudamiento desde máximos de 14 años en agosto y deja los tipos británicos entre los más altos de las economías avanzadas, justo por encima del rango de la Reserva Federal de Estados Unidos, entre 4.25 y 4.5 por ciento.
Las perspectivas de la economía británica son peores que cuando el Banco de Inglaterra publicó su última serie completa de previsiones en noviembre.
Se espera que la inflación, ya por encima del objetivo de 2.5 por ciento, alcance un máximo de alrededor de 3.7 por ciento en el tercer trimestre de este año, debido a la subida de los precios de la energía y a los aumentos previstos de las facturas reguladas del agua y las tarifas de autobús, en contraste con 2.8 por ciento de máximo previsto anteriormente.
El Banco de Inglaterra no espera que la inflación vuelva a su objetivo de 2 por ciento hasta el último trimestre de 2027, seis meses más tarde de lo que había previsto anteriormente.
El banco central también redujo a la mitad su previsión de crecimiento para este año, hasta 0.75 por ciento, como reflejo de la debilidad de la confianza de las empresas y los consumidores y de un crecimiento más lento de la productividad, aunque las previsiones de crecimiento anual para 2026 y 2027 se revisaron ligeramente al alza, desde 1.25 a 1.5 por ciento.
El Banco de Inglaterra dijo que no estaba claro cómo afectarían exactamente a la inflación británica los futuros aranceles de Estados Unidos, pero que era probable que el aumento de los aranceles a nivel mundial provocara una ralentización del crecimiento, incluso si no afectaban específicamente a Reino Unido.